NADA ES GRATIS EN LA VIÑA DEL SEÑOR

Dejemos que nuestro pueblo, la Nación Argentina, sea para nosotros la Viña del Señor. Años atrás algunas labores que se encomendaban a los ciudadanos, como el caso de las autoridades de mesa en las elecciones para elegir nuestras autoridades, era un tema de orgullo para los ciudadanos elegidos, habida cuenta de que se sentían protagonistas de los acontecimientos políticos determinantes de nuestro futuro.

Pero, los años fueron pasando y aquel orgullo de pertenecer a ese regimiento de ciudadanos que fiscalizaba ese acto tan importante, se transformó en un trabajo, que como tal debía de ser remunerado. Se comenzó con los fiscales, esos vigías de cada partido político que aseguraban la buena salud del proceso electoral, los que daba trabajo conseguir hasta que el brillo de una moneda venció sus resistencias. Luego continuó con los integrantes de las autoridades de mesa y así el acto eleccionario se convirtió en un trabajito extra, que si bien aún no se sindicalizó, en cualquier momento convocan a paritarias, permítanos la humorada…

Lo cierto es que créase o no la cifra pretendida u ofrecida es de casi un 60 o 70% mayor que la de las últimas elecciones y claro, la inflación se hace sentir en todos lados. En las provincias ya se habla de un pago a las autoridades de mesa de $ 25.000.-

Esperemos que al menos la figura de fraude desaparezca del firmamento electoral, y que quienes deban realizar la tarea de fiscalizar el acto aseguren su transparencia.

Debemos convencernos que nada es gratis en la Viña del Señor, de que todas las actividades tienen su precio, sea para dejar en claro que si ese día es feriado y se convoca a los ciudadanos para cumplir con su obligación democrática, los saca del bienestar de su hogar, y como tal tiene su precio.