EL TUNEL
Este túnel no tiene nada que ver con la gran novela Argentina de Ernesto Sábado (1948), “El Túnel” en la que su personaje principal, Juan Pablo Castel cuenta desde el psiquiátrico su alucinante drama y los motivos que lo llevaron a asesinar a su amante María Iribarne.
Ni siquiera es una analogía con el túnel al cual nos referiremos, ya que en realidad hablaremos de un estado de ánimo, sumergidos en un túnel al que no acertamos a ver la salida, lo que nos somete a un juego macabro (es un decir) cuya luz no alcanzamos a distinguir. Escuchamos sí revelaciones de tipo económico que nos hacen pensar que vendrán años muy duros, tan duros que pueden dejar en el camino a las clases más indigentes. Un panorama que ha sido trazado por el ministro del ramo, como si en sus manos tuviera un bisturí, tan afilado, casi como su boca, al anunciar medidas símil economía de guerra, que con promesas a futuro habla de un mundo mejor. El túnel de los más pobres, de los que ya deambulan en busca de alimentos, tampoco tiene salida. ¿Qué harán?, terminarán en carpas y alimentados por la Cruz Roja como los inmigrantes, o habrá para ellos medidas de contención que hasta ahora no se vislumbran. El tema de la motosierra no era broma, cambió de manos con la anuencia del patrón, pero sigue encendida amenazando en cortar en fetas a aquellos que se opongan al shock de medidas que desprecia a la justicia social para satisfacer la sed “libertaria” alineada con el anarco capitalismo del que Milei es un soldado, aunque los vaivenes de la política lo obligaron a una alianza acaso espuria con adversarios a los cuales denostaba con fiereza, incluso a su actual ministro de economía Luis “Toto” Caputo, que invitado al programa de Mauro Viale, por América, Milei acusó a su futuro ministro de Economía de «fumarse (sic) 15 mil millones de dólares de reservas» en medio de la corrida cambiaria que se desató en 2018 y que llevó a que el dólar subiera de $18,4 a $ 28,4 en el primer semestre, un 54,3%, muy por encima de la inflación de ese período (16 % en la primera mitad del año) (El Cronista).
El túnel cuya salida aún no se alcanza a vislumbrar es probable que siga con esa oscuridad insondable que siembra el pánico entre aquellos que ya no tienen nada para perder y sólo luchan por un pedazo de pan.
El pueblo en su mayoría creyó en Milei, estimó que hacía falta para depurar al país, gobernado por “ políticos de sonrisa ancha y bolsillos grandes”. Defraudarlos, por lo tanto, sería ya para no creer en nada.