Estudiante de la licenciatura en Biotecnología con raíces casarenses descubrió una importante vacuna.

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Estudiante de la licenciatura en Biotecnología con raíces casarenses descubrió una importante vacuna.

Uriel Miralles (23) y otro argentino lograron desarrollar una vacuna contra la campilobacteriosis (presente en los pollos), una bacteria mortal en niños. Con este proyecto participaron del Grand Jamboree de Biotecnología y fueron elegidos como el segundo mejor proyecto.

Uriel Miralles, su bisabuelo era casarense y debido a un problema de salud se fue a vivir a Mendoza, dejando acá sus hermanos y familiares directos y quien nos acercó esta importante noticia fue su prima Liliana Miralles a quien le agradecemos el gesto.

El mendocino Uriel Miralles (23) y el cordobés Jeremías Conrero (25) son motivo de orgullo para la ciencia y la biotecnología en Argentina. ¡Y de qué manera! Porque ambos jóvenes son los responsables y referentes de la startup BioSpi, mediante la cual han logrado desarrollar una vacuna contra la campilobacteriosis (una bacteria que desarrollan los pollos en las granjas de engorde y que puede ser mortal en menores de 5 años). Y este trabajo fue elegido entre los dos mejores del Grand Jamboree de Biotecnología, una especie de ‘Mundial de Biotecno-logía  y del que participaron, en total, 350 proyectos del mundo entero.

El proyecto de los argentinos fue elegido como el segundo mejor del mundo durante el evento que tuvo lugar en Francia a comienzos de noviembre, evento del que los responsables de BioSpi pudieron participar, exponer y darse a conocer frente a grandes referentes mundiales gracias a la ayuda de distintos actores que se mostraron interesados en su proyecto y colaboraron para que estuvieran presentes.

“Desde el minuto uno se presentaron 350 proyectos a nivel mundial y en distintas etapas donde se brindan herramientas para convertir un proyecto en una empresa emergente, una startup. Para la última etapa habían seleccionado 5 proyectos de América, 5 de Asia y 5 de Europa, y esos 15 llegamos al Gran Jamboree”, repasa Miralles, nacido en la Villa Tulumaya (Lavalle, Mendoza) y estudiante de la licenciatura en Biotecno-logía (en la UNSL). El joven es uno de los fundadores y referentes de la startup BioSpi, y con ayuda de la comuna lavallina pudo hacerse con los pasajes para viajar a Francia.

A lo largo del “Mundial de Biotecnología”, el mendo-cino y el cordobés lograron vincularse con referentes y eminencias del campo de la biotecnología. Ello, sumado al reconocimiento de haber sido el segundo mejor proyecto les permite ahora -y con miras al futuro- expandir sus objetivos y seguir tomando trascendencia internacional.

“BioSpi es una startup, una empresa emergente que está desarrollando una plataforma de bioterapéuticos sostenibles obtenidos por biología sintética. Nuestro primer producto es un alimento para pollos con el potencial de una vacuna, es decir, una vacuna oral que los pollos ingieren. De esa manera  estos ejemplares se defienden de las infecciones. Actualmente la estamos haciendo para pollos y concretamente para combatir la campilobacteriosis. Pero en el futuro la vamos a poder hacer contra otras bacterias, como por ejemplo la salmonella y también para otros animales, como cerdos y vacas”, resume Miralles, ya de regreso en Argentina y luego de su histórica participación.

 

EL SEGUNDO MEJOR PROYECTO

DEL MUNDO

 

La campilobacteriosis es una bacteria que suele desarrollarse en los pollos que se encuentran en las granjas de engorde –antes de salir al mercado-. Según resaltan los dos fundadores de BioSpi (Miralles y Conre-ro), se trata de un problema creciente y que afecta tanto a la producción avícola como a la salud humana.

 “En Argentina y en toda Latinoamérica, granjas de pollos de engorde y ponedoras luchan contra esta enfermedad, lo que afecta la seguridad alimentaria y la economía. Desde nuestra startup de biotecnología estamos desarrollado una plataforma de bioterapéuticos sostenibles para la generación de una vacuna para la campilobacteriosis. Estamos en una primera etapa, y el tema es que se trata de una bacteria que hasta hace no mucho se estaba tratando con antibióticos, pero ahora se ha generado una resistencia a los anti-bióticos”, destacó Miralles a Los Andes en septiembre, antes de concretar la participación en el “Mundial de Biotecnología”.

 

El detalle es que la campilobacteriosis se transmite de las aves a la gente y, según destacan los investigadores, en personas adultas puede generar una diarrea crónica, mientras que en menores de 5 años afectados, la mortandad llega a 90% aproximadamente.

 “Por esto es que desarrollamos esta vacuna, que es de administración oral y no genera resistencia. Lo que hace es entrenar el sistema inmune del pollo para que no desarrolle la bacteria. Y es algo importante si se tiene en cuenta que la campilobacteriosis está teniendo una proliferación importante a nivel mundial”, agregó Miralles hace más de 2 meses.

 “Este logro es un reflejo del compromiso de Argentina con la innovación y la ciencia. Nos damos cuenta de que la verdadera solución no está en partir hacia el extranjero, sino en quedarse y demostrar de qué estamos hechos. Es hora de vender nuestro talento al mundo desde nuestras raíces” destacó en septiembre Miralles, quien es, además, director ejecutivo de BioSpi.

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