CALOR SOFOCANTE
¿QUÉ HAGO, PRENDO EL AIRE ACONDICIONADO O NO?
La tecnología ha logrado que nos olvidemos del calor o del frío en nuestros hogares. ¿Quién puede dudarlo?, hoy combatimos el frío del invierno con modernos aparatos de calefacción central u otras variantes, al igual que en los veranos con un calor sofocante, el aire acondicionado nos proporciona un clima fresco y agradable.
Pero claro, estos adelantos que sin duda alguna mejoran nuestras vidas coli-sionan con un enemigo que nos pone en una situación no querida de reducir el delicioso calorcito de los días invernales o la frescura de los aires acondicionados, que permanecen apagados porque los gastos del servicio de electricidad se multiplican de una manera insolente.
Y aquí entramos a considerar los males que nos aquejan por políticas equivocadas, reconociendo que aquello que logró la tecnología choca con la inflación y economías erráticas que no nos permiten gozar de los avances de la modernidad.
Como decíamos al comienzo de esta nota, de nada vale que tengamos con qué, pero no lo podamos usar.
Nuestras abuelas tenían soluciones como los fogones a carbón o estufas a kerosene y para el verano sombra y un ventilador, ¿qué más?, eso era suficiente.
Estamos en tiempos difíciles, nadie puede negarlo y negarlo sería querer tapar el sol con la mano. El esfuerzo que se nos pide es demasiado, pero una vez más vamos a hacerlo. Esperemos que sea la última.