Close Menu
    Facebook X (Twitter) Instagram
    • Home
    • Destacado
    • General
    • Deportes
    • Salud
    • Política
    Facebook X (Twitter) Instagram
    jueves, noviembre 13
    Periodico El Oeste
    Facebook X (Twitter) Instagram
    • Home
    • Destacado
    • General
    • Deportes
    • Salud
    • Política
    Periodico El Oeste
    • Home
    • Destacado
    • General
    • Deportes
    • Salud
    • Política
    Home»General»Don José Pisarevsky, el primer “rey” casarense…
    General

    Don José Pisarevsky, el primer “rey” casarense…

    13/01/2014
    Facebook Twitter Pinterest LinkedIn Email Telegram Copy Link
    Compartir
    Facebook Twitter LinkedIn Email Copy Link

    Escribe Nélson Besone

    Si se le preguntara a cualquier periodista agropecuario argentino y a muchos del exterior, quien es el “Rey de la Soja”, no dudaría en responder – Gustavo Grobocopatel. Aún cuando para el ingeniero agrónomo, profesor y mecenas universitario, empresario, fundador y primer presidente de SAGIR (Asociación Argentina de Girasol), cultor del folklore y admirador de Atahualpa Yupanqui, entre otras cosas; la sola mención del título nobiliario le produzca cierto escozor, acostumbrado a la sencillez con la que se maneja.

     

    Pero por sus orígenes hebreos y porque sus dominios se extienden por sobre amplias zonas rurales, posiblemente se asemeje más a aquellos reyes bíblicos del Antiguo Testamento que salmodiaban y bendecían las lluvias, a las cosechas y los frutos de la tierra; o que elevaban plegarias para que no azotaran su heredad, el tizón, el añublo, la langosta o el pulgón.

     

    Curiosamente, para los casarenses en general y la otrora numerosa judería local en particular, no ha sido el único “rey” de nuestros campos, le precedió don José Pisarevsky, “El Rey del Girasol”. Íntimamente relacionado como veremos, con los ancestros del mismo Grobocopatel.

    Cuando los servicios públicos de las municipalidades e toda la provincia eran a tracción a sangre, y lo mismo ocurría con el desplazamiento del personal de las comisarías, o existían numerosos cuarteles militares de caballería, el aprovisionarlos de pasto era un lucrativo negocio. Así desde las estaciones de Mauricio Hirsch y de Smith, se cargaban toneladas y toneladas de alfalfa, de la que nuestra zona era tan fructífera. Vemos como desde la estación de Hirsch: Iscoff y Grobocopatel enviaban el 12-08-1944, cinco toneladas de pasto a Covello o el 29-02-1952, diez toneladas de pasto a Olavarría, sólo una muestra de una actividad que se repetía a diario.

     

    Existen registros de la evolución de una solución que tuvo como centro a José Pisarevsky, y como ocurre en todas las nacionalidades, y aún más en el caso de los almaceneros gallegos, el socio que se supone más débil y advenedizo, luego se erigirá en enhiesta cabeza de la nueva firma. Así tempranamente aparece: Matíjas (Salomón) y Pisarevsky: Pisarevsky e Iscoff; Iscoff y Grobocopatel; Bernardo Grobocopatel e Hijos; Samuel, Adolfo, Jorge y Paulina Seltzer de Grobocopatel, etc.

     

    A las primeras propiedades de Pisarevsky registradas por los archivos de la Jewish Colonization Association: “AR/JCA caja 1812 – Pisarevsky, José (ex Margulis, Wolf) cartas y planos, entre los años 1908-1934. AR/JCA caja 624, contrato y plano, años 1908 – 1927 y AR/JCA caja 2423, contrato y plano, año 1926. Se fueron sumando otras adquiridas o correligionarios que decidan ausentarse tempranamente de la Colonia.

     

    A su vez Grobocopatel tiene en el mismo repositorio documental, la caja 1803 en que figura Grobocopatel, Abraham, contrato, planos y cartas entre los año 1935 y 1944.

     

    Pero luego, se va ir dando la transferencia de los campos de Pisarevsky, en la zona de “La Esperanza” por herencia a su esposa Ida Rosenzwaig de Pisarevsky, además de sus hijas Sara Pisarevsky de Iscoff y Rebeca Pisarevsky de Schejter. Para ser vendidos en casi todos los casos a Bernardo Grobocopatel y luego heredados por Samuel, Adolfo, Jorge y Paulina Selt-zer de Grobocopatel. Tomemos una parcela como ejemplo, la numerada de catastro del cuartel V como 1265 de 167 ha., había sido adquirido por Pisarevsky a la J.C.A. el 03-08-1926, ya el 25-11-1959 figuraba a nombre de Ida Rosenzwaig de Pisarevsky y el 15-11-1967 a nombre de Samuel, Adolfo, Jorge y Paulina Seltzer de Grobocopatel.

     

    Sin dudas, pocos recordarían a Pisarevsky de no haber sido por su partipación en la difundida gesta del girasol. Aún cuando también haya sido Juez de Paz suplente de nuestro partido entre 1927 y 1930 y Concejal por la UCR en 1930. Publicaciones de todo el mundo, reproducen una y otra vez, la vieja historia lugareña de que:

    “Tuvo su punto de partida en el año 1915 cuando don José Pisarevsky envió a plaza un lote de girasol casarense y don Jacobo Perelman lo vendió”… “El girasol estaba preparado para dar el gran salto hacia la industrialización y don José Pisarevsky nuevamente señalaba rumbos: se entrevista con el Ingeniero Tenembaum, representante del Ministerio de Agricultura, y el gobierno presta su apoyo oficial a la industria aceitera”…

     

    Es probable que el Perelman citado sea en realidad Pellman, quien fuera hijo de un colono de la zona (Pelman, Zeide, caja 5044, contratos, planos, notas, años 1896-1918 y caja 5044: Pelman, Jacobo, contrato, planos, notas años 1904-1925), perteneciente a una familia arribada en el “Tyoko” (24-08-1891) e integrada por: Seide de 45 años, Babe Zirch de 42, Moses de 19, Shanne de 18, Siffel de 14, Mannie de 10, Jacob de 8 y Rebeca de 5. Nos contaba una descendiente de la familia, que en la casa de su infancia eran habituales las bolsitas de muestras de girasol.

     

    Pisarevsky fue lo que puede denominarse un “corredor o comisionista de bolsa”, así según un Boletín Oficial de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires del año 1934 ingresaba como miembro de la misma presentado por Enrique Capdevielle y Pedro García Oliver. El primero perteneciente a una conocida firma consignataria y el segundo poderoso terrateniente con 15.000 ha. En Córdoba, Presidente del Centro Exportador de Cereales y de la Cámara de Comercio Argentino Soviética. Ya por 1937 se exigía que todas las personas y entidades que intervenían en el comercio o manipuleo de granos, estar inscriptas en un Registro abierto al efecto.

    Pisarevsky en nuestro medio fue también comisionista de campos, como en el caso registrado en un juicio iniciado el 03-12-1939, en el que se presentaba David Schwartzman entablando juicio contra Franz Kartsties por cobro de $ 6.292 en concepto de comisión. Al declarar don José Pisarevsky explicaba que había encargado a Schwatzman las ventas de un campo de 2.030 ha ubicado en Trenque Lauquen, conocido como “La Bilbaína”, propiedad de Benjamín Grinberg, cuyo boleto de compraventa se había realizado ante el escribano Alberto Sigal de Carlos Casares.

     

    Otra de las ventas en que participó Pisarevsky, fue cuando José Gerschman, casado con Manuela Pellman (de los Pellman citados más arriba) vendió su establecimiento “La Manuela” en nuestro cuartel V, a Francisco Mensi, el iniciador de la familia Mensi-Mega, ampliamente conocido en la zona.

    Pisarevsky fue también un ”bon-vivant”.

    Marta Tolosa, que en sus crónicas sociales, fue testigo u oyente de muchos hechos hoy olvidados por los casarenses, escribía:

    “Jamás se vieron fiestas más fastuosas y concurridas que las por él dadas. La efectuada con motivo de la boda de su hija menor, jamás fue superada. El lunch abarcaba toda una gama de exquisiteces, tanto tradicionales, como se recurrió a la comida francesa. El champagne, el coñac y el whisky corría como el agua. La pública aparición de Luis Ángel Firpo en compañía del Dr. Espil, causó un entusiasmo indescriptible.

     

    Se bailó el “cracoviak”, más conocido por tijera, que debió repetirse varias veces.

     

    Tres años después, volvía a dar otra fiesta pantagruélica. Esta vez se trataba de un asado ofrecido a cientos de hombres en una quinta cercana. Era la despedida de los amigos. Una semana después se descerrajó un balazo en la foilette del Club Social. Fue Fermín Tolosa el primero en acudir a socorrerlo, murió en sus brazos. En las cartas dejadas expresaba su decisión de morir, explicaba su gran temor a la persecución racial”…

     

    Su fría acta de defunción certificaba que: El 2 de enero de 1942 falleciá a las 10 y 15 horas, en el Club Social de Carlos Casares y de herida de bala en la región temporal izquierda, según certificaba el doctor Carlos Agustín Lavandeira, José Pisarevsky de 59 años, ruso naturalizado argentino, hijo de Gregorio P isarevsky y de Ida Kusnier. Casado con Ida Rosenzwaig.

     

    ¿Era tan grande el antisemitismo imperante como para impulsar a tal decisión a un hombre acostumbrado al mando y a los riesgos?…

     

    En Carlos Casares, podría decirse que no. Salvo leyendas pintadas en la paredes que merecieron ser denunciadas por el diario socialista capitalino “La Vanguardia” (20-01-1920), las demás fueron meras conjeturas.

    Siendo Federico Deppner, dueño de un próspero comercio de relojería joyería y óptica, y uno de los pocos alemanes de nuestro pueblo, pronto fue sindicado dentro de los nazis locales. Pero a esa conclusión se llegó solo por una suma de coincidencias y sin que él hiciera mérito alguno para suponerlo.

     

    Recién llegados y jóvenes, Deppner y su amigo Otto Helmutt, llamaron la atención, especialmente entre las niñas casaderas del tranquilo vecindario, por ser rubios y apuestos. Luego Helmutt, siguió frecuentándolo, por pertenecer a una cadena de comercios de joyería de capitales alemanes, supuestas células del ”Tercer Reich”,diseminadas en todo el país. Cuando el gobierno argentino decidió expulsar a Helmutt, por actividades nazis, para algunos todo cerraba perfectamente.

     

    Alguien, y en este caso no ya un alemán, también decía públicamente estar interesado a comprar el paraje “Bajo de Brun”, para instalar allí un campo de concentración, pero nunca llegó ni a firmar el boleto.

     

    Ahora, si nos trasladamos al ámbito nacional y provincial, las cosas no eran tan inocentes:

     

    Por 1937 y durante varios años, aparecía con toda impunidad, la revista “Clarinada”, de neto corte artisemita. Dentro de sus trasnochados proyectos, se propiciaba la construcción de un “monumento al Judío Desconocido” a erigirse en la esquina capitalina de Junín y Lavalle. Para ello se convocaba a un concurso de dibujos e ideas sobre las características físicas y morales que debía transmitir. Una lectora lo definía así:

    “Un judío con su aspecto de deicida, firmemente recalcado por sus ojillos astutos, su barba rebelde y su inclinación constante por el “mirasol”, que constituye su alimento predilecto”…

     

    También en la publicación se denostaba a personajes acusados de convivencia con la colectividad israelita como Bravo, Palacios, Repetto (casado con Fenia Chertkoff) y a los diarios “Crítica”, “Noticias Gráficas” y “La Vanguardia”, dibujándolos como cerdos o ranas.

     

    Mientras que a nivel provincial, el gobierno Manuel A. Fresco en un discurso pronunciado durante un banquete ofrecido en el salón “Casablanca” de las Fuerzas Nacionalistas de la Capital Federal el 07-07-1936 en cuya versión taquigráfica expresaba:

    “Digo esto con claridad y sencillez, pues no soy de los que temen la alharaca de comunistas y demagogos, arrancados de cuajo en aquellos estados por la mano recia y firme de dos conductores de pueblos Hitles y Mussolini (¡Muy bien! Aplausos)”.

     

    Y no fue en un arrebato propio del lugar, ya que saludaba con el brazo extendido al modo de Hitler, en cada uno de sus discursos.

    Volviendo a las causas del suicidio del “Rey del Girasol” muchos suponen que fue debido a una diabetes avanzada que minaba su organismo. Y aún hoy, algún correligionario suyo, al recordar ese lejano hecho, manifestaba, poniendo una mano frente a su boca, como un secreto:

    – Ese hombre jugaba mucho dinero…

     

    Es sabido que en los hogares judíos se guardaban siete días de duelo y mortificación luego de cada fallecimiento, por lo que al imaginar los campos casarenses de antaño, cubiertos de girasoles que al atardecer inclinaban sus cabezas hacia la tierra, no podemos dejar de imaginar, que ellos también en un inmenso “Kadisch” rendían homenaje a quien logró que un humilde fruto lugareño usado para masticar como golosina, alimento y sedante, se convirtiera en una oleaginosa pujante, surgida de la feracidad del suelo de nuestra colonia Mauricio.

    Por Nélson Bessone

     

    Share. Facebook Twitter LinkedIn Email

    noticias relacionadas

    LLUVIAS

    29/12/2019

    EDITORIAL

    29/12/2019

    REPORTAJE AL INTENDENTE WALTER TORCHIO

    29/12/2019

    UNA BUENA ACCION

    29/12/2019

    LAZOS DE SANGRE

    29/12/2019

    EL EMBAJADOR DE MALASIA INVITÓ AL CHEF GONZALO FUENTES

    26/12/2019
    Tapa del día
    PAGINADO TAPA



    Directora Ejecutiva:
    Nélida Dandlen de Vazquez
    Director Periodístico:
    Marco Aurelio Idiarte

    Las Heras y Rivadavia
    Teléfonos: (02395) 452646 / 452684
    e-mail: info@periodicoeloeste.com.ar

    © 2025 Periodico El Oeste - Carlos Casares.

    Type above and press Enter to search. Press Esc to cancel.