Si hubo una medida tomada por este gobierno que causó rechazo e innumerables críticas por parte de los ciudadanos, dicha medida fue la llamada vulgarmente cepo cambiario, que trabó la compra de dólares y otras monedas para ahorro de los argentinos, generando innumerables e insalvables problemas a quienes tenían planificado viajar al exterior. Como era de suponer ante este tipo de disposiciones, de inmediato ganó la plaza cambiaria un dólar ilegal o paralelo, al que llamaron blue (azul), el que trepó hasta un 70% y en algunos momentos el 100% más que el dólar «oficial», en una escalada que parecían no terminar. El gobierno tomó distintas medidas, creó nuevos impuestos cambiarios (percepcion 3378) y ensayó otras fórmulas como la aceleración de la devaluación, pero ninguna de esas recetas fue eficaz.
Finalmente ayer la coherencia y sensatez en temas cambiarios parece haber llegado al gobierno, que en boca del Jefe de Gabinete Jorge Capitanich, acompañado en la oportunidad por el Ministro de Economía Axel Kicillof, anunció sintéticamente que «…el gobierno ha decidido autorizar la compra de dólares para tenencia de personas físicas de acuerdo al flujo de ingresos declarados, y paralelamente se ha decidido disminuir el anticipo del impuesto a las ganancias del 35% al 20% para el comprador. La decisión -explicó Capitanich- obedece a que en el marco de la política cambiaria de flotación administrada del tipo de cambio, el gobierno considera que el precio de la divisa, es decir del dólar, ha alcanzado un nivel de convergencia aceptable para los objetivos de la política económica. Finalizó el Ministro su alocución manifestando que estas medidas se instrumentarán a partir del día lunes a través de los organismos pertinentes».
De lo expuesto cabe pensar que a partir del lunes se podrán adquirir dólares al precio oficial más un 20%, que podrá oscilar en los $ 9,60 muy por debajo de los $ 13 a los que se estaba comercializando el llamado dólar blue o paralelo.
Obviamente la medida adelantada se verá complementada por otras, pero concretamente quienes viajen al exterior, por citar un ejemplo, o adquirir elementos de tecnología importada u otros bienes de importación podrán hacerlo sin mayores inconvenientes.
La medida ya ha tenido una pronta respuesta por parte de consultores económicos, los que la consideran efectiva y necesaria aunque ponen ciertos reparos con relación a que habría que complementarla con medidas de índole fiscal y un proyecto antiinflacionario que no se ve.
De todas maneras el salto es positivo, los ciudadanos podrán adquirir moneda extranjera para atesorar y los viajeros olvidar la incertidumbre de no contar con los dólares, reales o euros necesarios para abonar sus compras y gastos en el exterior. El cepo, que nunca debió haber existido, parece haberse abierto.