Si hace algún tiempo había una plena ocupación de locales para comercio, especialmente en el radio céntrico, en la actualidad ocurre todo lo contrario. Se cuentan por decenas los locales desocupados, de todo tipo de superficie, chicos, medianos y grandes, incluso en los mejores puntos de la ciudad, los más comerciales y buscados. Aunque ahora nadie los busca. Permanecen desocupados, con carteles de tal o cual inmobiliaria que los ofrecen en alquiler, pero todo indica que nadie se interesa por ellos. Dichos locales antes estaban ocupados, sea por panaderías, regalerías, bou-tiques, zapaterías, bancos o agencias de autos. Algunos de esos comercios se han trasladado y otros han cerrado, pero se sabe que si hubo algunos interesados, especialmente en locales de mayor superficie, éstos desistieron ante lo que consideraron un elevado precio de los alquileres.
Vacíos no es negocio, sus propietarios deben pagar impuestos, tienen gastos, van a pérdida. Probablemente haya que sincerar las pretensiones, el monto que piden por los alquileres es alto a la luz de las posibilidades del comercio local. Ver esa cantidad de locales comerciales desocupados, no es edificante, pareciera que se está ante una crisis, cuando en realidad todo indicaría que se trata de una suerte de desfasaje entre la oferta y la demanda.
En los últimos tiempos se ha visto una marcada inclinación de los vecinos a invertir en la construcción de viviendas y locales para alquiler. En el tema viviendas la demanda es constante, pero no así en lo atinente a los locales comerciales. Es probable que una rebaja en los alquileres pueda agilizar el mercado, y ver surgir nuevos comercios en esos inmuebles que hoy lucen vacíos.