El Instituto Comercial Mixto Juan XXIII se apresta a vivir sus 50 años de vida, y sin duda alguna una de las personas que quizás hoy sea la más representativa de la entidad es la Sra. Zulma Villarino quien como profesora desde el primer día y rectora posteriormente pasó más de 30 años ligada al instituto al que vio nacer, crecer e integrarse en la comunidad.
El Oeste mantuvo una charla con ella quien nos habló de los comienzos y sobre distintos aspectos que hicieron que Juan XXIII se convierta en realidad.
-Como comenzó su relación con el Instituto Juan XXIII?
-Mi relación previa al instituto era con el Padre Martínez. El era amigo de la casa por lo que antes de que empezara el colegio nosotros ya teníamos una amistad.
Así que bueno, cuando empezó el colegio, su primera directora fue la Sra. de Felipez, que falleció hace dos años, quien estuvo desde el año 64 hasta 1971. Cuando se fue ella comencé yo, por lo que prácticamente mi vida familiar y mi vida escolar transcurrió en forma paralela, porque yo me casé en el año 64, el 1ro. de febrero hizo 50 años, y el 9 de marzo de ese año comencé a ser profesora en el colegio primero y luego rectora.
-Qué recuerda de esos inicios?
-Fueron comienzos muy difíciles. Difíciles porque se empezó a trabajar y no había aporte estatal por lo que se trabajó gratis por más de dos años.
COMENZAMOS CON LOS BANCOS DE LA IGLESIA COMO PUPITRES
-Dónde trabajaban?
-Trabajábamos en la Casa Parroquial con los bancos de la Iglesia, no teníamos pupitres…El padre Martínez se encargaba de viajar a Buenos Aires llevando regalos para todos para ver cuando nos daban el aporte. El era muy carismático en ese sentido y lo logró.
Cuando el colegio comenzó a funcionar en la Casa Parroquial, que era una casa tipo chorizo, larga muy antigua, el Padre Martínez se fue un tiempo a vivir a la Iglesia a un campanario donde puso su cama para él y para otro Padre que estaba acá, José.
Primero se hizo la planta baja, después el primer piso…nunca faltó la ayuda del pueblo de Carlos Casares.
EL COLEGIO FUE OBRA DE LA COMUNIDAD DE CARLOS CASARES
-La comunidad como veía esta iniciativa?
-La apoyaba. Convengamos que el colegio lo hizo la comunidad de Carlos Casares, nadie más intervino. Toda la gente del colegio trabajamos para conseguir dinero y así fuimos construyendo las aulas. Pasaba que el alumnado comenzó enseguida a inscribirse ya que era una carrera con salida laboral…el Perito Mercantil antes terminaba 5to. año y ya tenía trabajo.
Yo lo que quiero destacar, porque la historia del colegio es muy conocida, es la parte humana, como se trabajó. Era una comunidad educativa unida, con los padres y con los profesores. Todos trabajaban y aportaban y eso fue en definitiva lo que hizo crecer el colegio.
-Qué siente Sra. en estos 50 años de la institución en los que Ud. vivió y compartió tantos años?
-Yo siento una gran alegría porque el colegio creció mucho, se incorporó mucha gente y creo que fue algo fundamental para la comunidad, porque aparte le dio una orientación religiosa a la enseñanza y eso es importante. Yo me siento muy feliz de haber estado y estoy más feliz todavía de poder ver estos 50 años de esta institución que llevo en lo más profundo de mi corazón.