Para descubrir un hecho se requiere fundamentalmente, algunos datos, un poco de método y algo de ciencia, este que parece simple no se aprende en cursos improvisados de cuatro o seis meses, pero por razones de imperiosa necesidad ya llevamos años mal formando al personal que ingresa porque siempre nos apremia la escasez y la urgencia, esto habla bien a las claras que el poder político designado a conducir y dirigir a la Institución Policial no tuvo nunca una perspectiva elemental de futuro, sino que se limita siempre a resolver los problemas que se presentan en el momento y al menor costo posible, con estos cursitos paupérrimos que nos tendrían que avergonzar ante el mundo.
Otra circunstancia importante que la sociedad debiera tener muy, pero muy en cuenta es la tasa de policías, que es un indicador que mide la relación entre el número de policías y el número de habitantes, en tanto por mil. La relación técnica óptima para una policía dedicada a la seguridad preventiva exclusivamente, con nivel de eficacia media en sus recursos humanos, sería una tasa de policías cercana al 6 por mil.
Teniendo en cuenta que la policía cumple múltiples funciones: seguridad preventiva y seguridad compleja, función judicial, custodia de detenidos en unidades policiales, trámites administrativos de atención al ciudadano, notificaciones varias y otros servicios, la tasa ajustada no debería entonces ser inferior al 8 por mil aproximadamente, lo cual sería la meta a alcanzar para lograr un indicador óptimo.
En la actualidad la Policía de la Provincia de Buenos Aires cuenta con 50.000 efectivos aproximadamente, para una población de 16.000.000 millones de habitantes, saque usted la cuenta mi querido amigo lector el déficit sideral que existe entre lo que realmente tenemos y lo que la realidad nos exige.
Por todo lo expresado es que el señor Ministro de Seguridad se desespera por llegar a los 100.000 efectivos policiales para que haya una relación lógica, porque esto se le va de las manos a cualquier conducción política, la cual tiene raída la fórmula de descargar todas las responsabilidades sobre el personal uniformado actuante, al que han vituperado y bastardeados a límites inconcebibles, pero la verdad a la larga siempre se impone y ya no les queda más recursos para articular en desprestigio de la Institución.
En la sociedad está entonces que tome conciencia, desde donde nace el verdadero mal que nos acucia y maltrata todos los días cuando observamos por los medios de comunicación televisivos, radiales o escritos, como la delincuencia exacerbada e irritada, mata por un coche, una moto o un sueldo de jubilado, dejando todos los días a familias destrozadas y sin consuelo.
Pueda ser que optimizando la tasa de policías se logre la tan ansiada seguridad que toda la población bonaerense está reclamando con verdadera desesperación, ya que pretender una policía culta y profesional se esta convirtiendo en una utopía, porque el Poder Político sabe muy bien que es muchísimo más fácil subordinar, dominar y bastardear a 100.000 hombres escasamente ilustrados que 50.000 altamente capacitados.
Guillermo Oscar Tous Comisario General (r.a.)