No siempre el buen negocio es el que da buenos resultados. Por ejemplo el Estacionamiento Medido. Cualquier estudio económico serio hubiera aventurado buenas ganancias. Hasta se llegó a suponer que podría haber sido una fuente de excelentes ingresos para cualquiera de las instituciones de bien público de nuestro medio. Y sin embargo desde el punto de vista económico, el Estacionamiento Medido da pérdidas, no es rentable. Lo recaudado no alcanza de manera alguna para sufragar los gastos de personal y otros que ocasiona.
Desde que se puso en funcionamiento, los vehículos que abarrotaban cada lugar libre y en horas pico saturaban por completo la zona céntrica, desaparecieron cual si las personas que allí estacionaban hubieran recibido un alerta metereológico grave, sólo comparable a cuando se anuncia el arribo de una embajada de la AFIP y los negocios bajan sus persianas cual se anunciara un terremoto.
Hoy, a casi un mes de la puesta en funcionamiento del Estacionamiento Medido, la desolación que se observa en las calles es notable. Hay lugares libres por doquier, incluso en la zona de bancos, la que antes era la más saturada de todas. El éxodo de los automovilistas que ocupaban todos los lugares posibles, posibilita a los que hoy se animan a gastar los dos pesos que se cobran por hora de estacionamiento, poner sus autos o camionetas donde se les antoje.
Dicen que el órgano más sensible del cuerpo humano es el bolsillo, ¿será para no pagar esos dos pesitos que ya ni asoman por esas calles prohibidas?. Debe ser así, no existe otra explicación coherente y razonable. Hasta las confiterías que están en el área del E.M. se han vaciado, cuando antes costaba encontrar un lugar. Comentaba una moza de una de esas confiterías que los parroquianos que van temprano y que solían quedarse hasta las 10 hs. o más, ahora a las 9 hs. cuando se inicia el horario del Estacionamiento Medido, ponen pies en polvorosa como si los urgiera una necesidad fisiológica.
Por lo tanto el mal negocio, da un excelente resultado. Se solucionó un problema serio, que incluso no ha provocado resistencias, sino por el contrario la estimación general lo planteaba como una necesidad.