Llamó a nuestra redacción la conocida educadora Nora Guerrico, domiciliada en Avda. San Martín 370 al lado del edificio de departamentos en construcción, sumamente preocupada por el problema que tuviera el día miércoles por la noche, durante la tormenta. Así nos cuenta lo sucedido:
“Siendo la 1 y 45 hs. estábamos durmiendo y nos despierta un estruendo similar a la explosión de una bomba. Pegamos un salto, no entendíamos que había ocurrido, miramos para el patio y lo que vimos fueron algunos ladrillos caídos. Revisamos la casa, salimos afuera no vimos nada, todo esto en plena tormenta de viento y lluvia, cuando en ese momento cae un pedazo de viga de madera al patio, al rato un balde y a los cinco o diez minutos otro estruendo, otro derrumbe a la altura de nuestra cocina, y cuando me acerco veo que el fluorescente estaba colgando, que había polvo de ladrillo en el piso. Nosotros arriba del machimbre tenemos un techo sapo, así se lo llama, que es con ladrillo, y evidentemente se desprendió un pedazo. Eran las 2 de la mañana, llamábamos al arquitecto de la obra del edificio de departamentos de al lado, al dueño de la empresa, pero no pudimos comunicarnos. Y así pasamos la noche, temblando, pensando que en cualquier momento moríamos aplastados».
NO ES LA PRIMERA VEZ
Continuando con su relato, Nora Guerrico dice: «Este es el tercer derrumbe que sufrimos de la construcción de al lado. El primero fue en marzo del año pasado cuando se cayó toda una pared de la parte de atrás que nos rompió chapas, techos, y produjo filtraciones. El otro en febrero de este año luego de que hicieran todo ese paracaídas para proteger «entre comillas» mi casa. Gracias a Dios ese día nosotros no estábamos, cayeron piedras y chapas hasta en el jardín de adelante y este es el tercero, el peor, donde realmente tuvimos mucho miedo de morir aplastados. Por la mañana me comuniqué con el arquitecto, que es de 9 de Julio, el que rápidamente viajó para acá y pudo corroborar los daños. Pidió disculpas prometiendo que van a arreglar todo, también vinieron de la municipalidad los señores Vivono, Martín y Rodríguez, subieron al techo y constataron todo, filmaron y sacaron fotos. Prometen que van a arreglar todo, pero nuestro miedo es que el próximo derrumbe no lo podamos contar».
