Una medida que fue acatada por los automovilistas, la que además de solucionar
un serio problema, no da pérdidas
Cuando se puso en vigencia el Estacionamiento Medido en el radio céntrico de la ciudad, muchas fueron las voces de opinión, unas entendiendo la necesidad de su aplicación ante el conges-tionamiento de vehículos que se observaba en las horas pico, y otros en disconformidad por entender que no se justificaba en Casares una medida de ese tipo, la que iba a ser resistida por toda la comunidad.
Mucho estudio, no pocas consultas y la búsqueda de una institución que se hiciera cargo del mismo, dieron lugar a una prolongada demora, hasta que finalmente la comuna decidió ponerlo en vigencia, con personal y administración propia.
$ 30.000 POR MES
A cuatro meses de implantado, ya podemos decir que los vecinos se han acostumbrado, el congestionamien-to dejó de producirse, ya no es tan complicado conseguir un lugar para estacionar, y aquellos que tenían por costumbre dejar sus vehículos estacionados varias horas (los empleados de comercios, bancos, etc.), dejaron de hacerlo para ubicarlos en zonas fuera de la delimitación del E.M. Muchos conductores al principio se resistieron a pagar pero finalmente comprendieron que se trataba de una medida acertada que en definitiva los beneficiaba.
Desde sus comienzos hasta el presente, la recaudación ha sido pareja. Al respecto el recaudador de la comuna Christian Massone nos informa que con algunas pequeñas variantes el promedio mensual de recaudación es de unos 30 mil pesos. Consultado si esa cifra es suficiente para cubrir los gastos de personal y otros que pudieran presentarse, nos dijo que sí, y que todavía quedan algunos pesitos.
Ningún casarense pudo haberse imaginado hace algunas décadas, que en el centro de nuestra ciudad cabecera, se iba a tener que pagar para poder estacionar. Sin embargo ocurrió, de la mano del crecimiento del parque automotor, que también ha sido impensado (ver pág. 3). Y probablemente veremos otras cosas que tampoco imaginamos que podían suceder o ponerse en práctica en nuestro partido. El mundo avanza de una manera vertiginosa, quienes vivimos alejados de las grandes ciudades, somos receptores, acaso más tardíos, de los adelantos, las reformas, las modas, el cambio de modalidades y costumbres, pero finalmente llegan, se instalan y pasan a ser parte de nuestra vida cotidiana. Lo bueno y lo malo, lo útil y lo moderno, todo en algún momento nos llega.