A la altura de Cadret cayó en una zanja con las ruedas hacia arriba y corrió el riesgo de ahogarse.
El Presidente de la Sociedad Rural volcó con su camioneta en las inmediaciones de Cadret, cayendo a un zanjón con las ruedas hacia arriba. Vivió dramáticas circunstancias, con el agua prácticamente al cuello, hasta que providencial-mente sus gritos fueron escuchados por los ocupantes de una camioneta que pasó por el lugar.
«EL MALDITO TELÉFONO»
La frase tiene mucho que ver con decenas, acaso cientos de accidentes ocurridos, muchos de ellos trágicos a causa de los teléfonos celulares que le suenan a quienes conducen en la ruta u otros caminos. Y fue «el maldito teléfono» el causante del accidente que sufriera el conocido vecino, presidente de la Sociedad Rural local, Dr. Alejandro Díaz el miércoles ppdo. en las cercanías de la localidad de Cadret.
Quisimos hablar con Alejandro pero estaba de viaje. Lo hicimos con alguien muy allegado que conocía a la perfección todos los detalles de su accidente. Y esto fue lo que nos contó:
«Ocurrió cerca de las 19 horas del miércoles. El venía solo, por el camino real a Cadret, de Fortín Rifles y a la altura del bajo Profumo, cuando le empieza a sonar el celular. Lo atiende y se corta…atiende y se corta varias veces. Quiere ver en la pantalla del celular quien era, se pone los anteojos, levanta la vista y cuando quiso acordar ya estaba pegando en el alteo de la cuneta, que es muy profunda, llena de agua. Cae de punta, vuelca y queda con las ruedas hacia arriba dentro de la cuneta. Alejandro en ningún momento perdió el conocimiento pero en ese momento se asustó terriblemente, era todo barro, no veía nada, con la cabina casi llena de agua y lo único que tenía era un poco el vidrio de él abierto, porque venía fumando.
EL MUNDO DADO VUELTA Y LA DESESPERACIÓN DE MORIR AHOGADO
Hasta que se ubica, estaba patas para arriba, ve que no puede salir, quiere romper el vidrio y no puede…trata de tranquilizarse en tan difícil situación con el miedo a morir ahogado y con la camioneta a la que se le veían prácticamente sólo las ruedas.
Encima uno va por allí y de la calle casi no se ve la cuneta . Empezó a pedir auxilio, gritando por la abertura del vidrio y que usaba para respirar y a pesar de que es un camino muy transitado, nadie lo escuchaba.
Así, con gritos desesperados, habrán pasado unos 45 minutos, cuando pasa la camioneta de Sebastián Zabala que iba con un empleado. Aparentemente el chico es el que escucha el pedido de auxilio y le dice a Sebastián lo que le pareció escuchar…
PENSARON EN LO PEOR…
Sebastián dice que él no escuchó nada, pero decide volver unos 200 metros por las dudas, y es ahí que lo encuentran. Sebastián no se quería acercar a la camioneta, porque veía como estaba y pensaba lo peor…lo manda al empleado, que se acerca y lo ve a Alejandro, que le grita que lo saque de ahí que se ahogaba. Se intentó rescatarlo, pero era tan angosta la cuneta que la camioneta había quedado calzada y no se podía abrir la puerta. Así es que empezó a llegar gente, iban parando todos y así, con esfuerzo pudieron sacarlo, casi a presión, de ahí adentro. No quiso que llamaran a la ambulancia porque estaba bien… recién al otro día comenzó con los dolores por todo el cuerpo, por los golpes de querer romper los vidrios y del esfuerzo por querer salir.
A la camioneta tardaron más de dos horas en sacarla con una grúa y otra máquina.
Alejandro no tiene nada, lo puede contar que es lo que realmente importa.
TAMBIÉN «PALITO» ABATE SUFRIÓ UN VIOLENTO CHOQUE EN RUTA 5
Pudo haberse matado. Tenía las flores gratis…
Para el conocido vecino «Palito» Abate, que realiza actividades como comisionista entre nuestra ciudad y 9 de Julio, ese tramo de la ruta 5 es como la cuadra de su casa, lo recorre todos los días, lo conoce de memoria y podría hacerlo con los ojos cerrados. Sin embargo…
SE ESTRELLÓ CONTRA UN UTILITARIO DETENIDO
-Cómo estás «Palito»?
-Ahora bien, dolorido, pero bien
-Contanos qué pasó
-Todavía no lo puedo creer, yo circulaba el miércoles a las 15 horas, como todos los días por la ruta 5 de 9 de Julio a Casares, serían las tres de la tarde, cuando en un tramo de La Dorita ví que alguien hacía señas, por lo que pensé que era un empleado de la empresa que repara los pozos que me avisaba que baje la velocidad.
Yo siempre que viajo aprovecho para ir acomodando los papeles, ordenando algunas cosas, ese camino lo conozco de memoria…
-Y te pegaste un palo…
-Y que palo, con decirte que el auto no sirve más. Cuando levanté la vista me encontré con una camioneta Kangoo nueva del muchacho de Plaza que tiene la florería en Avda. 9 de Julio al lado de La Tropical que estaba detenido a la espera que le den paso, y lo choqué a la velocidad que iba.
-Te lesionaste?
-Por suerte nada grave, el pecho mío parece la camiseta de River, me quedó una franja roja del cinturón de seguridad, me duele todo y me aparecen nuevos dolores, pero nada parece ser grave.
-Zafaste
-Qué te parece… menos mal que era una camioneta, porque si era un camión, ahora no estábamos hablando. Aunque al chocar con la camioneta, ni flores hubiera necesitado, porque estaba llena de plantas y flores…