Comerán tierno los sabandijas…
Amigos de lo ajeno, ladrones de buen diente, le carnearon dos novillos en la quinta del ferretero local Guillermo Marigo, a pocos kilómetros de esta ciudad. Nos decía Marigo que no son animales comunes sino de raza, por lo que quienes coman esa carne tendrán el privilegio de paladear su calidad.
Los restos que quedaron esparcidos en el lugar, fueron hallados por el encargado Santos Moro quien le dio aviso al propietario de la quinta.