Consultamos al párroco Juan Pellegrino de la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen respecto al sínodo de obispos en el cual se dieron señales de apertura del Vaticano hacia los separados, los homosexuales y las uniones civiles, y esto fue lo que nos dijo:
El próximo domingo 19 de octubre, con la beatificación del Papa Pablo VI en Roma, Francisco concluye el primer sínodo de obispos convocados en su pontificado. El sínodo de obispos fue establecido por Pablo VI después del Concilio Vaticano II y desde entonces se van sucediendo periódicamente. Durante los distintos Sínodos se van tratando temas de actualidad que surgen de la vocación que tiene la Iglesia de anunciar el Evangelio de Jesús a los hombres de hoy. Hubo sínodos que han tratado el tema del sacerdocio y su función en la vida de la Iglesia, otro que han profundizado en la transmisión de la fe o la catequesis en la actualidad, otros que han reflexionado sobre la evangelización. En este sínodo que se divide en dos etapas (una llamada “extraordinaria” que concluye este domingo y otra “ordinaria” convocada para octubre de 2015), el tema propuesto fue el de “Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización”.
Como nos tiene acostumbrados el Papa Francisco este sínodo ha tenido de parte suya varias novedades:
1- Ha sido un sínodo que se ha preparado desde las comunidades parroquiales de todo el mundo. El año pasado en todas las parroquias, incluso por internet, cualquier persona que lo desease podía tener acceso a las preguntas que preparaban el sínodo y responder a ellas para dar todos sus aportes. De hecho una de las riquezas de este sínodo fue el aporte numerosísimo de personas que hacían llegar a Roma sus respuestas.
2- Es un sínodo que además se vio precedido por esta primera etapa “extraordinaria” que no se daba habitualmente. En esta primera sección el Papa ha convocado a los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo pero también a peritos y expertos (tanto sacerdotes católicos o protestantes, religiosos o laicos de manera especial numerosas mujeres, como también particularmente matrimonios de los cinco continentes) que han tenido su aporte y reflexión en el sínodo.
3- Es un sínodo muy abierto a los medios de comunicación ya que todos los participantes pueden hablar públicamente de lo que piensan y de sus aportes y reflexiones. Esto ha brindado la posibilidad de que los que lo deseen pueden desde sus casas tener un panorama de los trabajos.
4- El papa ha comenzado el sínodo pidiendo a los participantes que “hablen con libertad y escuchen con humildad”. Esta frase tan clara ha marcado todas las reflexiones y los trabajos sinodales.
Al finalizar el sínodo hemos podido asistir a un amplio debate eclesial y en comunión que nos permite percibir el espíritu del papa Francisco como el de la Iglesia entera, preocupada por anunciar el evangelio al mundo de hoy del modo más fiel. Se abren, después del sínodo, muchas puertas para seguir reflexionando el modo en que Jesús pide se anuncie su Palabra a las familias de hoy. Hemos podido escuchar de los participantes la preocupación no sólo por la doctrina del evangelio sino también por como anunciarla mejor a los hombres de hoy. Hemos asistido a una notable apertura a todas las realidades que viven las familias como también a una esperanza-dora visión de la misión de las familias en el mundo actual. Nos queda no sólo agradecer a Dios este medio de reflexión que posee la iglesia en los sínodos, sino también rezar para que este esfuerzo sinodal produzca sus frutos a su debido tiempo, y el Evangelio de Cristo sea conocido, valorado, comunicado y vivido en cada familia.