Las noticias no habían sido las mejores. Tras el accidente cerebro vascular (ACV) que sufriera la conocida y apreciada Inés Hernan-dorena (46), esposa del propietario de Parrilla 55 «Gaby» Llarena, el pronóstico era reservado, las esperanzas de una recuperación eran remotas, pero siempre es la esperanza es lo último que se pierde. Lamentablemente el diagnóstico de los médicos del hospital de González Catán hacia donde había sido derivada, fueron certeros. Las lesiones sufridas eran de extrema gravedad, irreversibles se podía decir. Su fallecimiento se produjo el jueves, siendo conducidos sus restos ayer viernes en horas de la tarde a nuestra ciudad.
Con Inés Hernandorena desaparece una buena y excelente mujer, compañera inseparable de su esposo «Gaby» con quién colaboraba con amor y dedicación en todo lo relacionado a su comercio gastro-nómico. Madre de dos hijos a quienes inculcó los valores esenciales que hacen a las buenas personas, dejando en sus amigos y conocidos los mejores recuerdos. Se fue muy joven, anticipadamente, cuando aún le quedaba mucho por hacer. Su partida causó un profundo dolor en todos aquellos que tuvieron la fortuna de conocerla. Sus restos mortales fueron acompañados por una multitud hacia su morada eterna. El Oeste desea hacer llegar a su acongojada familia sus expresiones de condolencia.