Por si fuera poco, te llamabas Néstor, como si tu nombre marcara una impronta militante. Fuiste el típico setentista que no canjeó las banderas en los 90, tu base peronista se sentía triste cuando veías negociar de manera espúrea aquellas ideas que te habían acercado a tus amados Perón y Evita. Llevabas inserta en tu médula la gloriosa JP de los 70, aquella de “Y ya lo ve, y ya lo ve, es la gloriosa JP” y cuando Néstor K y Cristina F. de K., te conmovieron con sus medidas de gobierno, revivió en vos el sentimiento, la ideología y la vieja militancia, dando ejemplo a los pibes que hoy asoman pletóricos de sueños, que este país merece ser sufrido porque merece ser vivido y resurge el compromiso porque las utopías ya no son tales, sino que comienzan a ser realidad en la Asignación Universal por Hijo, la disminución de la pobreza, el recupero del PBI, la dignificación de los más necesitados y postergados, las paritarias, el recupero del salario real, el sostenido aumento de los puestos de trabajo, la reestatización de Aerolíneas, los fondos de jubilados y el gran símbolo de nuestra nación, YPF; son las mismas que soñabas cuando pegabas carteles y pintabas paredes con consignas comprometidas y apoyabas las luchas populares.
Te fuiste entre la garúa de un día de abril, detrás de tu compañera y dejando un ejemplo de militancia. Pero estoy seguro que veré tu menuda figura aparecer recortada imaginariamente en cada pibe con las banderas de la JP Evita o La Cámpora, o en los jóvenes de las organizaciones sindicales y barriales,y renacerá siempre en ese canto que dice:
“y a pesar de las bombas, de las persecuciones, los compañeros muertos, los desaparecidos
NO NOS HAN VENCIDO”
Escribe: Daniel Lombardo
(Especial para EL OESTE)