Es muy buena la noticia referida al proyecto de ordenanza que ingresara al Concejo Deliberante local, referido a la convalidación del convenio suscrito entre la Municipalidad de Carlos Casares y la Subsecretaría de Obras Públicas de la Nación, por medio del cual dicha repartición otorgará un subsidio de 17 millones de pesos, para ser destinados a la ejecución de la obra Acceso de Tránsito Pesado desde ruta nacional Nº 5 a nuestra ciudad. Una obra sumamente necesaria que ordenará el tránsito pesado hacia y desde nuestra ciudad, que como se sabe es intenso, teniendo en cuenta que Carlos Casares es uno de los puertos secos más importantes de la provincia.
Ese acceso ha sido diseñado con una estrategia tal, que evitará el tránsito de grandes camiones por zonas neurálgicas de la ciudad con los inconvenientes que ello acarrea. En estos momentos el tránsito pesado que antes usaba el acceso por la calle Santa Fé, ha dejado de usarla en virtud de que el asfalto de dicha arteria se encuentra completamente destrozado. Es así que los camiones al no disponer de un acceso específico a la ciudad usan los accesos, sea el Mouras, el Virgen de Luján, el Espil, pero terminan confluyendo en la zona urbana generando todo tipo de inconvenientes de tránsito, especialmente en los sectores más poblados, que por tratarse de arterias angostas, complican el paso y son motivo en algunas oportunidades de accidentes.
Se presume que todo el problema se solucionará cuando se habilite el nuevo acceso de tránsito pesado que pasará junto a la pileta de San Esteban y llegará hasta las vías del ferrocarril Sarmiento y calle Seijo, frente a la que fuera la Fábrica de Aceite de Tomás Hermanos.
A partir de allí se supone que la prohibición de circular por los otros accesos tiene que ser terminante. Los camiones deben respetar a rajatabla, sin excepciones, la circulación de los mismos por el acceso de tránsito pesado y las calles habilitadas para llegar a las plantas de silos de carga y descarga del cereal. Y no sólo aquellos camiones de transporte cerealero, sino todos los de gran porte, sean de mercaderías, materiales de construcción o lo que fuere.
El tránsito casarense por distintas circunstancias, es desordenado. Y si a ello le agregamos el desorden propio que se presenta por la falta de un ingreso a la ciudad especificamente para vehículos pesados, el problema se magnifica.
Es de esperar por lo tanto que sea el acceso nuevo el que ponga las cosas en su lugar para que los casaren-ses no tengan que padecer las molestias que causan los vehículos de gran porte transitando por la ciudad.