Siempre tomando como fuente de consulta documental y bibliográfica, la excelente investigación realizada por la Profesora Susana Sigwald de Carioli y expuesta en la obra “Historia del Pueblo Maya”, serie Pueblo Maya n° 5, del Archivo Histórico homónimo, seguimos avanzando con lo que fue el incipiente desarrollo de nuestro pueblo.
Bajo la conducción del escribano Manuel Grego, amigo y representante de Antonio Maya y una vez inaugurada la estación del ferrocarril, se procedió a la subdivisión de 2.120 hectáreas en solares, quintas y chacras. De tal manera, su propietario comenzó a vender en forma particular varios terrenos.
Más adelante se realizaría el remate de una importante cantidad de solares, quintas y chacras. Esto se produjo el 9 de marzo de l893, según la publicación rural “La Agricultura”, que además decía que una importante cantidad de vecinos ya se habían afincado cerca de la estación Carlos Casares .
LOS PRIMEROS ALCALDES Y LOS PRIMEROS COMERCIOS
El crecimiento poblacional determinó que la municipalidad de 9 de Julio, adonde pertenecía el pueblo Maya, nombrara como primer alcalde de nuestra localidad al señor José Jaime, quien a partir de l879 realizó una pormenorizada información sobre el crecimiento demográfico de la nueva población.
Según la información del alcalde, a partir de l880 se establecieron los negocios de Pedro Lartigue y Francisco Izequilla, dedicados al despacho de bebidas, almacén y tienda. Al año siguiente continuaron autorizándose los negocios, de rubros similares, de los señores José Cuaranta, Gotland y Cía y Pedro Villanueva.
Pero, la historiadora Sigwald de Carioli sostiene que el gran impulso lo dieron Víctor Olivan con su almacén de ramos generales y Joaquín Iturriza con su horno de ladrillos, ya en época del surgimiento de la estación.
En l882 el Sr. Jaime se retiró como alcalde siendo reemplazado interinamente por el señor Plácido Ferreyra y más tarde por los señores Pedro Oteiza y Cecilio Bozán.
Según consta en el Archivo Histórico Julio de Vedia de la ciudad de 9 de Julio, en el libro referido a las alcaldías, la lista de casas de comercio que existían en el Pueblo Maya en l892, eran las siguientes:
Mauricio Llorente…………………Almacén y Tienda
Víctor Olivan………………………… “ “
Juan Regules………………………… “ “
Manuel Gudiño……………………. Despacho de bebidas
Emilio Méndez…………………….. “ “
Cirilo Semillán……………………… “ “
Francisco Malta…………………… “ “
Cecilio Bozán……………………….. “ “
Santiago Wils…………………………..Despacho de bebidas
Clemente Milane …………………….Fonda
Domingo Laborde…………………… “
José Llorte………………………………. “
José Cachet…………………………….. Panadería
Tomás Salvat…………………………… “
Además, la municipalidad de 9 de Julio, autorizó a los señores Segundo y Pío Passerini para instalar una carnicería y chanchería y al señor Segundo Carmizo para un matadero.
EL REMATE DE TIERRAS
Los primeros años de la década l890 fueron fundamentales para el crecimiento de nuestro futuro partido. Al remate de tierras efectuado en l893, debemos agregar la llegada de los primeros colonos judíos a Colonia Mauricio ( Algarrobos ), por la iniciativa del barón Mauricio Hirsch.
En el caso del pueblo Maya, se remataron 151 solares, dentro de las 98 manzanas en que se dividió el pueblo en un principio, sin contar los destinados a reservas públicas.
Se vendieron también 9 quintas y 29 chacras. Del campo original quedaron 2.119 hectáreas para el poblado y 580 hectáreas indivisas, donde se hallaba el puesto de Santo Domingo con su casco.
Antonio Maya murió el 31 de diciembre de l893 a la edad de 74 años en la ciudad de 9 de Julio, donde vivía.
El escribano Manuel Grego y los herederos continuaron con el destino de los bienes de quien fuera el fundador de nuestro pueblo.
APOSTILLAS
Antonio Maya y su “cuenta vueltas”
En oportunidad de realizarle una entrevista a Don Ignacio Zubeldía ( f ), padre de los conocidos vecinos Gogo y Tato Zubeldía, y a su vez descendiente directo de don Antonio Maya, nos comentaba una anécdota muy graciosa del fundador. Si bien él vivía en 9 de Julio, solía hacer en sulky o charret el recorrido desde aquella hasta la estación Carlos Casares, por el camino paralelo a las vías del ferrocarril. Según el relato de Don Ignacio, Maya ataba una bolsa en un rayo de la rueda e iba contando las vueltas, luego, sabiendo la medida de la circunferencia de la misma, sacaba la cuenta de los metros recorridos. Cuando se cansaba, paraba, clavaba una estaca como mojón y en otro viaje continuaba. Así establecía la distancia de la estación Carlos Casares con el casco de su estancia en 9 de Julio. ¡ Tesonero el Vasco!
Polenta con pajaritos
Hace unos cuantos años tuve oportunidad de acompañar a un grupo de alumnos de Casares a una visita guiada en la ciudad de 9 de Julio. Nuestro guia fue el recordado nuevejuliense Henry Aznar, un verdadero profesional , con amplios y sólidos conocimientos, lamentablemente fallecido. En momentos de recorrer la quinta que fuera propiedad de Antonio Maya y que hoy es patrimonio cultural de la vecina localidad, nuestro guía nos contó que durante el período que abarcó la Línea de Frontera en nuestra región y ya fundada (l863 ) la ciudad de 9 de Julio, el peligro del malón continuaba latente. Así sucedió en oprtunidad que un importante grupo de indios merodeara cerca de la estancia de Maya. Pero éste, precavido y conocedor del oficio, había construido un inmenso palomar de ladrillos, que aún existe. Por lo tanto, mientras duraba el peligro, el alimento obligado durante días era “polenta con palomas” .
Prof. Daniel Lombardo
APORTE DEL HISTORIADOR NELSON BESSONE
Nuestro amigo y colaborador del Periódico El Oeste, el moctezumense Nelson Bessone, realizó una ímproba tarea de búsqueda de documentos sobre Antonio Maya, concluyendo que su nacimiento se produjo en Arraioz, Navarra, el 17 de enero de l820 y su fallecimiento fue el l de enero de l894 en la localidad de 9 de Julio.
El escritor nuevejuliense Buenaventura Vita en su “Crónica Vecinal de 9 de Julio” ( l863-l870 ) sostiene que en opinión del Coronel Julio de Vedia, “todo paraje nuevo y avanzado se ocupase con carácter definitivo y antes de iniciar el avance ya había contratado en Bragado dos horneros ( uno de ellos Antonio Maya) para fabricar los ladrillos con que debían construirse los edificios, necesarios para la comandancia, cuarteles y demás habitaciones que se requiriesen en el lugar elegido para la nueva sede del Comando de la Frontera Oeste”.
En l866 Antonio Maya figura como concesionario de tierras y más adelante realizó los negocios a los cuales ya nos hemos referido.
De su lugar natal en Arraioz se conserva la casa de piedra donde nació. Nos cuenta Nelson Bessone que ante un pedido suyo, el cura párroco del pueblo le envió una partida de nacimiento en Euskera ( idioma del País Vasco ) y su respetiva traducción-
La casa de piedra aún se conserva y lleva el nombre de “Sortoa”.
Ya en la edición del Periódico El Oeste del 23 de julio de 2009, se informaba que la abogada María Laura Maya, tataranieta de nuestro fundador, visitaban junto a familiares, su pueblo nativo.