Seguramente ante la pregunta del título muchos lectores pensarán: «los ciudadanos no debemos hacer nada, los que tienen la responsabilidad para combatir la inseguridad que crece día a día son las autoridades, la policia y eventualmene la justicia, cuando en el caso de ésta última se plantea que los malvivientes entran por una puerta y salen por la otra.
Sin embargo los ciudadanos podemos hacer mucho por la seguridad, cuidándonos a nosotros mismos y a nuestros bienes. No darles todo servido a los delincuentes como suele suceder, tomar precauciones y adoptar sistemas de seguridad para así evitar de todas formas que el ingreso a nuestras propiedades se vea facilitado por la existencia de cerraduras fáciles de violar, accesos muy vidriados, aberturas débiles y descuidos de todo tipo. Cuando salimos por algunos días debemos tomar precauciones, existen muchas formas de ahuyentar a potenciales ladrones, ellos por lo general evitan los problemas, prefieren elegir sus víctimas entre quienes no les ponen obstáculo alguno.
En el caso del robo a las propiedades rurales se observa que muchos campos no cuentan con vigilancia alguna, sus casas están «tapera», ni un sólo empleado, nadie que pueda ver, avisar o ahuyentar a potenciales delincuentes. Los productores tienen en sus galpones y silosbolsa verdaderas fortunas en maquinarias y cereales, y nadie lo cuida, ni siquiera ante la presencia de ladrones pueden alertarlo los vecinos, ya que son campos que están en la misma situación. No hay Patrulla Rural que valga en semejante inmensidad.
Dejemos en claro que el pensamiento de muchos es correcto. Existen instituciones como el caso de la policía que deben brindar seguridad, preservar nuestras vidas, nuestros bienes y poner entre rejas a quienes eligieron el camino del delito. Pero es bien sabido que la policía está desbordada, que el auge de la delincuencia es incesante, que la justicia poco ayuda y los gobiernos comunales no tienen como, a menos que destinen fuertes partidas en generar policías paralelas que por falta de profesionalidad pueden ser contraproducentes.
Volviendo al inicio de la presente, es aconsejable ayudar a la seguridad con los elementos que estén a nuestro alcance. Por suerte en Casares no existen bandas experimentadas que se dediquen al asalto, al secuestro y a los grandes robos. La mayoría de los delitos es perpetrado por menores en estado de indigencia, por las caras conocidas de siempre, que pasan por la justicia como Pancho por su casa y algunos adictos a las drogas, que los hay y muchos, que para poder consumir roban lo que tienen a su alcance. Todo esto en complicidad con compradores de ciudades vecinas que los incitan al delito.