Las Islas Malvinas seguirán siendo una herida abierta mientras no se produzca su recuperación total por la vía del Derecho Internacional
La historia del archipiélago se remonta a principios del siglo XVI ( 1520 ) cuando fueron avistadas por primera vez por Esteban Gómez, que con su nave y su tripulación habían desertado de la expedición de Hernando de Magallanes. Más adelante franceses e ingleses fueron realizando distintas ocupaciones, los primeros las llamaron Malouinas, los segundos Falklands y hasta los holandeses anduvieron por allí y las denominaron Sebaldinas. Pero las protestas de la corona española, respaldadas en el tratado de Tordesillas y las bulas papales, le devolvían la soberanía a España y formaron parte del Virreinato del Río de la Plata.
Producida la Revolución de Mayo de l810 y la posterior Declaración de la Independencia en l816, nuestro país heredó de España, todos los territorios del antiguo Virreinato, incluidos las islas Malvinas, Sandwichs y Georgias.
Para consolidar la ocupación se le concedió a Luis Vernet un derecho de colonización y al frente de varios colonos, se embarcó hacia el archipiélago, llevando también caballos y ovejas. Pero, primero la fragata Lexington, de bandera norteamericana, y luego la fragatas Clío, de bandera inglesa, consumaron la usurpación, a pesar de que el gobierno de la provincia de Buenos Aires, enviara al capitán Pinedo con la fragata Sarandí a defenderlas; éste arrió el pabellón nacional y retornó a Buenos Aires.
En puerto Soledad, desde l833, se instalaron los ingleses, pero no les resultó gratuito.
EL GAUCHO RIVERO
Cuando decimos que a los ingleses no les resultó fácil, nos estamos refiriendo a este valiente entrerriano que formó parte de la expedición de Vernet, pero no se volvió cuando lo hizo el depuesto gobernador. Se quedó trabajando junto a un grupo de gauchos e indios, y reclamando que se le paguen los salarios, pues lo único que se les permitía hacer era trueque y caza de animales cimarrones.
El 26 de agosto de l833, Antonio Rivero junto a siete paisanos, se sublevaron matando al encargado Dickson y otros colonos, provocando que el resto se diera a la fuga hacia otros islotes. Los historiadores revisionistas, como José María Rosa y Fermín Chávez, sostienen que enarboló la bandera argentina, con lo cual la sublevación no solo tenía un objetivo, la reivindicación laboral , sino que también fue un hecho de defensa de la soberanía nacional.
Finalmente llegaron dos barcos ingleses, los capturaron y los llevaron prisioneros a Gran Bretaña. Allí fueron juzgados y finalmente, repatriados a la Argentina.
Sin pruebas exactas, hay historiadores que lo sitúan peleando y muriendo en la batalla de la Vuelta de Obligado (1845 ), también contra los británicos
LA GUERRA
Los reclamos argentinos continuaron hasta que una decisión alocada nos llevó a una contienda bélica.
Fue aquel 2 de abril de l982 cuando el presidente de facto Leopoldo Fortunato Galtieri, le anunciaba al país la recuperación por la fuerza de lo que los ingleses llamaban Puerto Stanley y a partir de allí y hasta la rendición, se llamaría Puerto Argentino, como capital del archipiélago.
La derrota consumada el 14 de junio de l982, trajo terribles consecuencias, no solo fue un golpe duro para los justos reclamos de soberanía efectuados por nuestro país, sino que los centenares de muertos y heridos, argentinos e ingleses, a los que se sumaron los afectados psiquiátricamente, (muchos de ellos se suicidaron en los años siguientes), son irrecuperables.
EL PRESENTE: NO DESMALVINIZAR
A todas luces el conservador gobierno británico avanza sobre el territorio usurpado. Amenazantes submarinos nucleares, aumento constante de las fuerzas armadas en la región, inversiones para extracción de petróleo; todo eso demuestra la poca voluntad que tienen para acatar los pedidos de los organismos internacionales sobre llamados al diálogo en una mesa de negociaciones.
A pesar de todos los escollos, el gobierno nacional debe seguir insistiendo, porque la tendencia futura debe seguir apuntando a la descolonización.
Mientras tanto todos los intentos para seguir fortaleciendo, no solo los argumentos legales y políticos, sino también aquellos que despiertan hasta la fibra más íntima de sentimiento nacional, deben fortalecerse,
Incluso con la emisión de un billete, para que nunca olvidemos que LAS MALVINAS SON ARGENTINAS
Prof. Daniel Lombardo