Nos dice el casarense Carlos Almada, propietario de la empresa que realizaba trabajos de tendido cloacal para la municipalidad de Pehuajó.
En nuestra anterior edición en una nota de último momento dimos cuenta de un trágico accidente ocurrido en la vecina ciudad de Pehuajó, al derrumbarse una zanja de tendido cloacal, sepultando a varios obreros, uno de los cuales no alcanzó a salir y perdió la vida.
El propietario de dicha empresa es el casarense Carlos Almada, con quien nuestro cronista mantuvo un breve diálogo.
-Es como dice la prensa que ocurrio el accidente?
-En realidad no he podido leer nada, esto me tiene muy mal, imagínese, ese chico no bajaba nunca, ese día bajó por un problemita y mire lo que pasó…
-Era muy profunda la zanja?
-No demasiado, alrededor de 4 metros y medio
-El muchacho hacía mucho que trabajaba en su empresa?
-Apenas dos meses, pobre, tenía un hijo, tan joven…
-Se decía que no contaba con seguro, ¿es cierto?.
-¡No, por favor!, tengo todo en regla, ART, seguro, todo, cuando la Cooperativa de Pehuajó nos contrata o cualquier otra empresa importante, nos piden hasta el ADN. Ya hemos estado haciendo algunos trámites por ese motivo.
-No hubo manera de salvarlo?
-No, el primer derrumbe le aprisionó las piernas, y cuando trataban de rescatarlo se produjo un nuevo derrumbe y fue imposible. No me lo puedo sacar de la cabeza…
Carlos Alberto Almada (45), es propietario de una empresa de instalaciones y servicios caracterizada y responsable, pero por sobre todas las cosas un vecino ejemplar, para quienes los valores de la solidaridad y el servicio a la comunidad han sido fundamentales a lo largo de su vida. Bombero Voluntario, se desempeñó con solvencia y verdadero amor al prójimo durante 25 años, hasta su retiro hace apenas un mes. En su muro de facebook detalla sus sacrificios, su dedicación y ese fuego sagrado que tienen aquellos que se desvelan por servir a la comunidad. Este no ha sido un buen año para él, y seguramente lo acontecido le dejará dolorosas huellas que le llevará tiempo borrar.