Sr. Director:
Le envío estas reflexiones a raíz del editorial que publicara el pasado miércoles 3 de junio, acerca de los talleres de lectura y escritura del CBC y las carencias de los egresados de nivel medio. La propuesta de Jorge Ferronato, director del CBC de la UBA, no es ninguna novedad ni tampoco son nuevas las dificultades de los alumnos ingresantes: estas falencias se detectan en la universidad desde hace varias décadas, por eso los talleres de lectoescritura en el CBC ya existen, están muy bien organizados y se dictan desde hace 25 años en la materia Semiología, con muy buenos resultados; y han sido replicados en universidades públicas y privadas de Argentina y Latinoamérica.
Tampoco es disparatada la existencia de estos talleres, ya que se introduce a los estudiantes en la comprensión y elaboración de los géneros académicos (ensayos, monografías, ponencias, textos argumentativos en general) que son lógicamente nuevos para la gran mayoría de ellos. Lo que los docentes de Semiología lamentábamos ya a mediados de los 90 era que solamente accedieran a los talleres los alumnos que debían cursar nuestra materia, cuando considerábamos que todos los ingresantes a la UBA debían asistir. Por eso la propuesta de Ferronato se queda corta: los talleres deberían ser para todos/as y obligatorios, como las materias Pensamiento Científico y Sociedad y Estado.
Pero lo paradójico es que este mismo año Jorge Ferronato decidió, en acuerdo con otras autoridades de la UBA, cerrar los talleres de lectura y escritura en la sede San Isidro del CBC y reducirlos en otras sedes, y ahora sale con esta “nueva” propuesta de talleres optativos. Entonces, ¿qué quiere Ferronato? ¿Se dio cuenta de su error y quiere volver atrás? ¿O los cerró para plantear esta nueva modalidad que es insuficiente por donde se la mire?
Para cerrar, una reflexión: ¿qué pasaría si los adultos formados en esa supuesta “época de oro” de la escuela secundaria –a la que se hace referencia en su editorial– tuvieran que rendir las pruebas PISA que les toman hoy a los adolescentes? Viendo los errores de puntuación, ortografía y redacción que aparecen en muchos medios gráficos, en los zócalos televisivos, en el subtitulado de películas, etc., me permito conjeturar que más o menos la mitad de los adultos tendría que volver a primer grado. Así que en lugar de cargar las tintas contra los jóvenes y la escuela –a la que se le pide tanto y se le achacan tantas culpas– colaboremos desde nuestro lugar de docentes, padres, periodistas, funcionarios, etc. para seguir mejorando y educándonos nosotros mismos y mejorar la formación de nuestros futuros profesionales.
Atentamente.
Carina Kosel
Profesora y Licenciada en Letras (UBA)