Ante varios centenares de seguidores presentó su lista y pronunció un encendido discurso
Tal como había sido anunciado, tuvo lugar el sábado ppdo. al mediodía en la sede del Sindicato de Luz y Fuerza local, en calle Passerini entre Alte. Brown y Alvarado,el lanzamiento oficial de la campaña electoral del Frente para la Victoria, con la presentación de la lista de concejales y consejeros escolares que competirá el próximo domingo 9 de agosto en las elecciones primarias abiertas PASO.
Y el humo de los chorizos que no podía faltar…
Con un día soleado y cálido, «auténticamente peronista», al decir de algunos de los dirigentes allí presentes, el acto se realizó al aire libre siendo ocupada la calle por varios cientos de simpatizantes, al sonido de los bombos, la algarabía general y el aroma inconfundible de los chorizos que se asaban en una parrilla cercana.
No faltaba nada, tan solo el acto protocolar de la presentación de los integrantes de la lista, que ingresaban al improvisado palco sobre la vereda del sindicato, aclamados por la concurrencia. Se encontraban presentes aparte de toda la dirigencia oficialista los candidatos a diputados provinciales en 1er y 2do. término, Avelino Zurro de Pehuajó y Mauricio Barrientos (intendente de Chacabuco), tambien el candidato a diputado Martín Daguerre y otros dirigentes seccionales.
Educación y garrotes a la oposición
Fue Ana Laffont, presidenta del HCD y candidata en 2do. término a la reelección, quien habló en nombre de los integrantes de la lista, en un discurso centrado en la educación, en los logros del intendente Torchio y su gobierno en esa sensible área, aprovechando la oportunidad para fustigar la inacción del gobierno anterior en ese aspecto. Desde distintos sectores de la concurrencia se vivava a la candidata, la que se mostraba exultante, segura del triunfo del oficialismo y de la continuidad del proyecto, que dijo: «le ha cambiado la cara a Casares».
Más que maquillaje, pintura de guerra…
La palabra ‘del intendente Torchio no se hizo esperar. Desde el vamos arengó a sus muchachos de las cooperativas pidiéndoles ruido, bombos, la música inconfundible de las tenidas peronistas, reclamándoles energía en el acompañamiento. «Vamos, vamos…-les decía- así, con fuerza, ahora me gusta…» repetía, imprimiéndole un tono de barricada a su discurso, poniendo énfasis en desestimar las palabras del candidato opositor que se refirió al gobierno de Torchio como de puro maquillaje.
El jefe comunal preguntó si el asfalto que estaban haciendo en la esquina era maquillaje, si las cloacas, la obra en salud, el cordón cuneta, la rotonda, el alumbrado, el acceso de tránsito pesado, el paso a nivel, los canales, etc, etc. eran maquillaje. Se lo veía a Torchio más pintado para la guerra que maquillado, haciendo gala de un discurso duro aunque sin descalificaciones, en el que se evidenciaba la experiencia política acumulada en sus años de gobierno, la de decir en el momento justo y en el lugar adecuado lo que se quiere escuchar.
Hasta el cierre del discurso del jefe comunal y candidato a la reelección fue si se quiere poco ortodoxo. «Y ahora a comer sandwiches de chorizo» dijo ante la algarabía general.
Y los chorizos no alcanzaron…
Luego los abrazos, felicitaciones, saludos y deseos de augurar el triunfo por parte de los simpatizantes a los candidatos. El abordaje a la parrilla casi fue un atentado. Pedrito Luna a cargo de la misma debió sujetar a los demandantes que eran más que los chorizos que se floreaban en la parrilla. «Calculamos para 300!» dijo un organizador «pijotero» que no previó que iban a ser más los concurrentes y también los demandantes, entre ellos los vecinos del barrio que gambetearon el almuerzo, esperando que el humo se haga realidad. Por ahí «Penino» Perinasso acotó: «Vieron?, yo les dije, no se achiquen…».
Fue en suma una fiesta con todos los ingredientes del folklore peronacho. Una mística siempre presente que no se puede imitar, puro corazón y sentimiento, un ambiente que incluso hace poner piel de gallina a los que no son del palo.