En una insólita nota aparecida el domingo ppdo. en el diario Pérfil bajo el título «Confesiones de una testigo de los negocios, la ostentación y el poder del juez Oyarbide», relaciona a un oscuro personaje cercano al juez Norberto Oyarbide, con la muerte del empresario casarense Jorge «Zurdo» Cerdá acaecida el 6 de diciembre de 2012.
En dicha nota se transcriben declaraciones de la ex-mujer de Ariel Roperti, calificado según el periodista Jorge Lanata como «el valijero» (sujeto que cobra o reparte por encargo del patrón) del juez federal Norberto Oyarbide. Esta mujer sin duda despechada luego de una controvertida relación con su «ex», a la que ella llamó «un infierno», rebela las amenazas, negocios, su crecimiento económico y actividades sospechosas de Roperti, llegando en uno de los párrafos de la nota, a sospechar que pudo haber estado involucrado en la muerte del empresario casarense Jorge «Zurdo» Cerdá, quien como se sabe, se arrojó (suicidio) a las aguas del canal Mercante, falleciendo ahogado. Como se recordará, Cerdá tras dejar estacionada su camioneta en las inmediaciones del cementerio Israelita local, se dirigió caminando solo por el camino real de tierra (lo vieron algunas personas que luego atestiguaron), hasta llegar al puente del canal, del cual se arrojó a la aguas.
QUE ROPERTI ERA CAPAZ DE CUALQUIER COSA
María Martha Cavallaro dice en la nota que su marido era capaz de cualquier cosa. Ante la pregunta del periodista de porqué estima eso, la mujer contestó:
«Cerca del 2011… él tenía un socio en Carlos Casares. Fue muy conocido el caso: Jorge Cerdá, el empresario agropecuario. Era su socio y muy amigos. Un día apareció muerto en un arroyo, cuando él le tenía miedo al agua. ¿Cómo puede ser que una persona se suicide con algo a lo que le tiene miedo?. No me cierra. A mi (Roperti) me amenazó de muerte, dijo que iba a dejarme sin poder caminar, pero hasta ahora no me pasó nada».
Luego la mujer relata otro episodio en el que le pegaron un tiro al socio de su marido, instalando la sospecha que también pudo haber sido obra de él.
Son descabelladas declaraciones de una mujer despechada que busca vengarse de su marido relacionándolo con hechos como el suicidio de Cerdá que nada tienen que ver con un asesinato.