Una conocida familia de nuestro medio vivió segundos de terror y desesperación el jueves ppdo. cuando regresaba a nuestra ciudad por la ruta 5 en un automóvil Volkswagen Vento. El hecho ocurrió alrededor de las 15 hs. a la altura del km. 180 en un sitio denominado Cañada del Hinojo, entre las localidades de Alberti y Chivilcoy. Los protagonistass fueron el conocido vecino de éste medio, secretario de la Ayudantía Fiscal Leo Rodríguez, a quien lo acompañaba su esposa, la odontóloga Lorena Alsúa y sus tres hijos de corta edad. Regresaban de Capital hacia donde habían ido con motivo de las vacaciones de invierno para que los chicos disfruten de los espectáculos infantiles.
SE DESPRENDE UN ACOPLADO
El viaje transcurría con toda normalidad, cuando de pronto Rodríguez observa que el acopalado de un camión que circulaba por la mano contraria se soltó, quedando apenas sujeto por las cadenas de seguridad, por lo que zigzagueaba peligrosamente en la cinta asfáltica. Rodríguez mesuró la situación sin saber qué decisión tomar, ya que era evidente que si no lograban ponerse a resguardo, el enorme acoplado podía aplastarlos. En un momento cortó las cadenas y entonces fue cuando el casarense arrojó su auto a la banquina, aunque no pudo evitar el impacto del acoplado en la parte lateral izquierda de su automóvil, el que cayó a la banquina pasando entre los árboles sin chocar a ninguno, hasta quedar en el campo detenido entre unos pastizales sin llegar a volcar.
Salvo los sacudones, los daños en el vehículo, el susto y algunos golpes, no pasó más nada. El acoplado se incrustó en unos tamariscos.
Puede decirse que la familia Rodríguez nació de nuevo. Los medios de la zona reflejaron el accidente, dejando constancia de que por milagro los casarenses no fueron aplastados por el acoplado, que estaba totalmente fuera de control.