Se viralizaron de inmediato a través de los teléfonos celulares y correos. ¿Quién pudo haber tenido la mente tan enferma como para subirlas?.
Han aparecido en cantidad de teléfonos celulares y correos electrónicos imágenes del reciente suicidio de un casarense, quien para poner fin a su vida se disparó en la cabeza con una escopeta de grueso calibre.
Los adelantos de la era digital no son para eso, quienes los usan deben tener la responsabilidad de pensar que el acceso a las mismas es masivo, viendo herida la sensibilidad de las personas a extremos de quedar impresionados por ese tipo de fotografías, sólo compatibles con las películas de terror.
Últimamente se han visto no sólo a través de las redes sociales sino en medios digitales, videos de las ejecuciones realizadas por fundamentalistas del EI (Estado Islámico, grupo terrorista insurgente), que decapitan en su mayoría a prisioneros occidentales. Ese tipo de imágenes sólo pueden alimentar la mente morbosa de algunos, que a su vez se encargan de viralizarlas masivamente.
¿QUIEN PUDO HABERLAS SUBIDO?
Desconocemos cuantas pueden haber sido las personas que tuvieron acceso a la escena posterior al suicidio, aunque no deben haber sido demasiados. Tal vez sería procedente investigarlo, ya que si bien el daño está hecho, si nada se hace, podría repetirse.