El concejal opositor Fabián Perelló, que hiciera días pasados una temeraria descalificación del intendente Torchio, formulando una desafortunada comparación con el candidato a gobernador por el FpV Aníbal Fernández, al decir «Si Torchio está con Aníbal Fernández, también está con la droga», se rectificó plenamente de sus dichos, dando marcha atrás al manifestarse en declaraciones a un medio colega de la siguiente forma: «Hay que salvar el buen nombre del intendente. No fue mi intención perjudicar o descalificar al intendente, no lo vinculé llanamente con el narcotráfico ni con la droga, sería descabellado pensar que yo considero que Torchio lleva a cabo conductas delictivas en ese sentido…».
Tal como adelantáramos oportunamente, el intendente Torchio le envió una carta documento al concejal Perelló intimándolo a retractarse de sus dichos en los medios en los cuales se había pronunciado contra su persona, o en caso contrario le iniciaría las acciones legales pertinentes.
Realmente Perelló hizo lo que debía hacer, la política no puede ni debe ser un medio que por aquello del «vale todo», se pueda mancillar el honor de las personas, en desprecio de su trayectoria, de sus familias y de su vida de relación.
Lo sucedido quedará sin duda alguna para la anécdota, pero debiera servir también como un antecedente lamentable que no debe repetirse, a la luz de la buena convivencia que debe existir entre aquellos que han sido elegidos para conducir los destinos de una comunidad.