El viernes en horas de la mañana llamó la atención un auto Chevrolet Astra color blanco cruzado en medio de la avenida, a pasos de la comisaría. Se pensó en un accidente, pero alrededor de dicho auto no había gente, ni motos caídas ni autos abollados. Llegaron afecti-vos policiales, hicieron las averiguaciones, y alguien les dijo que el vecino de ésta, Rodolfo Fritz (69) a quien muchos llaman «el Alemán» por el origen de su apellido, propietario de un garaje al 300 de la Avd. San Martín, pegado a la casa de familia del director de Cultura del municipio, Horacio Vita, lo había empujado con su camioneta hacia el lugar de donde se encontraba dicho auto. Al parecer ese vehículo obstruía un garaje propiedad de Fritz, en el cual guarda su camioneta, y ya cansado de que le estacionen allí vehículos obstruyendo dicho garaje, decidió «hacer justicia por su propia cuenta». No es la primera vez que Fritz tiene problemas con vecinos que no toman en cuenta que allí hay un garaje y estacionan sus vehículos. Si bien esa no es la forma, tampoco lo es el hacer caso omiso de un garaje y obstruirlo. La vecina que estacionó allí dijo a manera de disculpa que no se había dado cuenta de que allí había una cochera.