Al promediar la mañana del jueves, alrededor de las 10 hs., un gravísimo accidente tuvo lugar en la Avda. Maya entre Lamadrid y Monseñor D´Andrea, a pasos del Centro Cívico. Fueron protagonistas dos motos, una Legnano 110 cc. color negra, conducida por el conocido vecino Miguel Ángel Lucero, de 50 años, empleado de la Cochería García, y otra Yamaha 125 cc. gris que conducía el joven de 16 años Franco Torres. Ambos circulaban en dirección Lamadrid – Monseñor D´Andrea, la conducida por Lucero adelante y detrás la Yamaha que manejaba Torres, que al intentar pasar a Lucero, lo enganchó de atrás arrojándolo junto a su moto sobre el pavimento, a la par que él rodaba de manera impresionante, arrastrando su cuerpo hasta golpear fuertemente contra la parte trasera de una camioneta VW Amarok color blanca que había estacionado allí su propietario Martín Nuevo. Se presume que Torres al salir disparado contra la camioneta, y meterse debajo, golpeó brutalmente su cabeza contra el diferencial, quedando allí completamente sin sentido.
UN CHARCO DE SANGRE

Los vecinos que ante el impacto corrieron para intentar socorrer a las víctimas, observaron que el cuerpo del menor estaba debajo de la camioneta, habiéndose formado en el lugar un enorme charco de sangre. Nadie se atrevió a sacarlo de allí. Al llegar la ambulancia médico y enfermera lo rescataron, comprobando que se encontraba en gravísimo estado, razón por la cual tras cargarlo en la ambulancia partieron presurosos hacia el hospital. En cuanto a Lucero que también sufrió un revolcón, resultó con lesiones múltiples menores, ingresando al Registro Civil donde se lavó una herida en una mano, para luego concurrir al hospital.
FALLECIÓ
A poco de ingresar al nosocomio, la vida de Franco Torres se apagó, nada pudieron hacer los médicos para salvarlo. Se supone que su muerte se produjo víctima del grave traumatismo craneano.Si bien había que esperar el resultado de la autopsia, era evidente que las lesiones en la cabeza determinaron su fallecimiento. Como es de suponer, Torres no conducía con casco.
OTRO MOTOCICLISTA QUE PAGA CON SU VIDA UNA PROBABLE IMPRUDENCIA
No es fácil, acaso imposible aceptar la muerte de un chico de 16 años, estudiante secundario (concurría a la Escuela de Educación Técnica), pleno de vida, sueños y proyectos. Con montones de amigos y una familia que lo amaba.
Se presume que iba a demasiada velocidad, algunos dicen que intentó a pasar a la otra moto por el lugar equivocado, pero sea lo que fuere el saldo es trágico, y lo sucedido se inscribe en una lista interminable de choques y accidentes que tienen a motos como protagonistas. Probablemente otro hubiera sido el resultado de haber conducido con casco. ¡Pero como hacerles entender que lo deben usar!.
Franco Torres dejó este mundo, y tras él un torrente de lágrimas. Sólo queda rogar que su familia pueda soportar el enorme dolor que causa su temprana partida. Que Dios lo tenga en la gloria.