El tema de los colores conque ha sido pintado el Teatro Verdi, que dicho sea de paso al gusto de muchos vecinos ha quedado muy bien, por sobre cualquier otra evaluación que pudiera hacerse, ha generado una suerte de polémica que se inició con una nota que le hiciera El Oeste a la directora de Museos municipal Teresa Reinoso, la que se refirió a que su dirección atento a que dicho edificio ha sido declarado «histórico», no fue consultada sobre los colores usados, que no condicen con la época en la que fue construido.
Tales comentarios y otros dieron motivo a la respuesta -a titulo personal, sin comprometer a la institución- del presidente de la Sociedad Italiana, Ricardo Sigal Fogliani, quién -como suele decirse- recogió el guante y le contestó pormenorizadamente a la funcionaria sobre el tema de referencia.
EL GATO ES MÍO…
Pero lo que queda en evidencia atento a uno de los últimos párrafos de la respuesta de Sigal, es la precariedad del decreto que declaró a dicho edificio como patrimonio histórico, por lo que su respuesta no admite réplica alguna. Dice Sigal Fogliani: «Espero fervientemente que se supere el hecho que motiva esta nota, el cual nunca debió haberse producido, más teniendo en cuenta que la Sociedad Italiana tiene junto a la escritura de sus edificios la potestad y el criterio de poder elegir los tonos de pintura para los mismos».
En buen romance Sigal le dice a la señora Acedo que el edificio es de la Sociedad Italiana y ellos hacen lo que quieren con el mismo, al menos en lo que hace a elegir los colores de como pintarlo. Convierte en irrelevante la opinión oficial pronunciada por la funcionaria y considera que el tema nunca debió haberse tocado.
Queda para otra evaluación el discernir hasta donde llega la potestad que le dan las escrituras a una institución histórica para disponer de su edificio. No debemos olvidar que otra joya arquitectónica, el Cine Teatro Español, de la Sociedad Española local, parte del patrimonio histórico casarense, fue tirado abajo y construido un edificio nuevo. Para muchos fue un sacrilegio.