Parodiando el famoso dicho, que nada tiene que ver con el libro recientemente presentado por la escritora Sally Campbell, «El hombre que bailó con un chancho», que recomendamos leer, el título de esta nota tiene que ver con la situación política del intendente Torchio, que en definitiva resume el futuro político de Carlos Casares.
Acaso irónicamente el dirigente opositor, ex-intendente y actual jefe de la bancada de Cambiemos, Luis Seraci, decía en una nota que le hiciéramos, que estaba ansioso por escuchar el discurso de apertura de las Sesiones Ordinarias del año en curso del intendente Torchio el próximo 1º de abril. Y agregaba Seraci que el jefe comunal no tiene proyectos ni planificación estratégica.
Más adelante en la nota había dicho que lo del menor aporte del gobierno nacional y provincial es una excusa para justificar su desgobierno.
Por sobre la verborrágica y descarnada crítica del líder de la banca opositora queda el buscar la verdad. ¿Le toca a Torchio bailar con la más fea?. De ser así no existe ni gestión, ni habilidad política alguna que pueda modificar mezquinas decisiones que tienen que ver con la política chica. Cuando decimos que Seraci pertenece a la bancada opositora, en realidad no es así, como tampoco es opositor el líder del Pro Jorge Zabala o el resto de los componentes de las bancada de Cambiemos. Tal vez por personalizar en el intendente Torchio al adversario político que les ha ganado la intendencia, olvidan que Cambiemos gobierna la provincia (por lo tanto son oficialistas) y gobierna la nación (también son oficialistas), y que si en Casares no gobierna es porque aquí algo les falló, algo no supieron transmitir ni contagiar en los vecinos casarenses de esa «volada» amarilla que se adueñó de la gran parte de los distritos bonaerenses, provincias y la nación. Algo no hicieron bien. O el resto lo hizo mejor.
Sí, podrían llamarse opositores en lo que hace a la administración local, servicios, pequeñas obras, decisiones en materia de salud, deportes, cultura, tasa, cuentas públicos, arreglos y conservación de caminos, arbolados públicos y muchas otras tareas y obligaciones comunales que dependen de la administración.
Si a Torchio le frenan algo en niveles nacionales o provinciales se lo estarían frenando a los oficialistas de Cambiemos, cosa que no creemos. Tal vez están ordenando las fichas y después se pongan en movimiento. Y para que eso suceda más rápido tal vez la gestión del oficialismo encarnado por Zabala, Seraci y Cia. pueda ayudar. No se puede tener un doble standard en política, encasillarse como opositor cuando se tiene casi la suma del poder público, es cuanto menos ingenuo.