Es cada vez mayor el consumo de bebidas alcohólicas por parte de menores . Cada nuevo, el alcohol es la antesala a la droga. «Así se empieza…» decía un conocido ex-drogadicto en un programa televisivo de alto raiting. Y debemos aceptarlo, el consumo de alcohol por parte de menores es cada vez mayor, y las consecuencias se ven en el auge de riñas callejeras, en la agresiones sin medida a la policía, en la prepotencia conque se manejan en el tránsito al salir de los locales nocturnos, y por último los que aterrizan en la guardia del hospital desmayados por haber tomado tanto, algunos al borde del coma alcohólico o directamente en coma lamiéndole a la muerte.
Esta vez no vamos a bajar la pluma para culpar a los padres. Ya no tiene sentido, es una verdad de a puño que los padres son los grandes responsables de las conductas de sus hijos menores de edad, pero bueno, ya hemos hablado de eso en repetidas oportunidades y más de uno nos ha dicho que cuando un menor sale a la calle a partir de ahí son responsables las autoridades y los propietarios de los locales, como podrían decir que es culpable el fabricante del fernet, el de vodka o los amigos que llevan al nene por el mal camino.
Retomemos, el alcohol mata, y de mil maneras, seamos sensatos, los chicos toman en la previa (salen ya de la casa con botellas), llegan al boliche casi borrachos y siguen tomando, se ponen agresivos, belicosos, se niegan a terminar la noche y por ahí la noche termina mal.
Tal como lo expresamos al hablar de la droga, no podemos desde este lugar proponer soluciones porque en verdad no las tenemos. Cada uno desde su lugar deberá tener en claro el daño que el alcohol le hace a los jóvenes y hacer lo que pueda para evitar que ingieran tanto. Sea desde la familia, sea desde la responsabilidad de los propietarios de los lugares nocturnos y de la autoridad para estar donde debe estar y poner los límites necesarios.