Ingresó en el Concejo Deliberante un proyecto del concejal «Ponono» Quintana de Cambiemos, creando en la municipalidad el Boleto Estudiantil Casarense (B.E.C.S), para ser utilizado en el servicio público de transporte automotor y ferroviario de pasajeros, en sus servicios interurbanos, destinado a los estudiantes de los niveles Terciario y Universitario, tanto del sector estatal como del privado.
Obviamente como es de suponer la creación de dicho boleto deberá ser solventada por un ente oficial, y en este caso la municipalidad con partidas del Fondo de Financiamiento Educativo.
Los pasajes de los que se deberá hacer cargo la comuna, serán dos por cuatrimestre ida y vuelta para cada estudiante, y tendrán como destino la ciudad en la que estudien y Carlos Casares.
Todo hace suponer que dicha ordenanza deberá ser sometida a un meduloso estudio en virtud de que la comuna tiene instituidas becas a estudiantes terciarios y universitarios, aunque todo hace suponer que el espíritu de la ordenanza es universal, o sea para todos los estudiantes, sean beneficiarios de becas o no lo sean.
Se estima que dicha ordenanza tiende a completar, y así lo explican sus fundamentos, la gratuidad de la educación, por entender que la condición de gratuidad se pierde si el estudiante debe pagar un boleto «por lo general muy elevado y atado al lucro de las empresas privadas» (así dice la ordenanza), un concepto un tanto novedoso teniendo en cuenta los altos aumentos en el transporte público que dispuso el gobierno ni bien asumió, sumándose las empresas privadas en consonancia con los mismos.