Ocurrido el incidente entre el director de FM Centro Néstor Franco y el médico de guardia Eduardo Nievas, el que tuviera amplia repercusión pública, recibimos en nuestra redacción varios correos y llamados telefónicos de vecinos que reconocieron haber pasado por similares situaciones (no durante la gestión del Dr. Bentancor), al encontrarse con profesionales que le restaron importancia al motivo por el cual se los convocó, negándose a la internación del enfermo, presentándose luego distintas complicaciones en su estado que en algunos casos tuvieron como epílogo la muerte del paciente.
Es por lo expuesto y ateniéndonos a la denuncia formulada por Franco de abandono de persona, y a las referencias de otros lectores, que intentamos conocer cual debe ser el procedimiento a seguir por un médico de guardia que es convocado a una urgencia domiciliaria. Es esencial que el médico interviniente al concurrir a una urgencia domiciliaria evalúe la condición del paciente diagnosticando el problema e intentar estabilizarlo, para luego decidir si el cuadro amerita su internación para continuar con los estudios y procedimientos necesarios, o puede continuar en carácter ambulatorio. Pero es fundamental -lo repetimos- que el médico antes de retirarse se asegure que el paciente esté estabilizado.
Cuando se da en el caso de que un familiar le reclame al médico interviniente la internación del paciente a manera de precaución -que sería el caso que nos ocupa- es privativo del profesional el decidir si accede al pedido o si por el contrario entiende que su evaluación ha sido correcta y que por lo tanto no debe acceder al mismo. Obviamente asumiendo la responsabilidad total de su decisión.
Queda para analizar si ante la insistencia de los familiares del paciente, por lo general legos en materia de salud y abrumados seguramente por el temor y la angustia, el médico no debería modificar su actitud y aceptar el traslado de dicho paciente al hospital a fin de realizarle una revisación más exhaustiva, complementada con pruebas de laboratorio y otras que arrojen un resultado definitorio.
Tenemos conocimiento que en la gestión del Dr. Bentancor se realizan frecuentes reuniones en las que se habla del protocolo a seguir en estos casos, machacándose el cumplimiento del mismo y fundamentalmente la rápida y eficiente respuesta a las llamadas al Nº 107 de urgencias. No obstante depende del médico el evaluar ciertas circunstancias que más que tienen que ver con la condición humana que con la medicina. Y en eso no hay docencia que valga, ocurre con los médicos, con los abogados, con los obreros o los maestros, están aquellos que se ponen en la piel del que sufre, teme, reclama o suplica, y los que asumiendo posturas asépticas o soberbias, se mantienen en sus trece y no se inmutan ante la angustia ajena.