El lunes 7 del cte. en el Sanatorio Güemes de la Capital Federal dejó de existir la querida vecina María Silvana «Cata» Ferrante, a los 43 años, víctima de un mal fulminante que conmocionó a sus múltiples amigos y conocidos, que sorprendidos por la noticia se negaban a dar crédito a la misma. Es que «Cata» como cariñosamente la llamaban todos, era un cascabel, toda sonrisa y dinamismo, un canto a la vida, razón por la cual se hace incomprensible su partida.
Trascendió que desde hace unos pocos días comenzó a sentir algunas molestias y síntomas que la llevaron a consultar a un medico, el que le prescribió distintos análisis a los efectos de poder tratarla. Dichos estudios fueron determinantes para que «Cata» sea derivada al Sanatorio Güemes de Capital para su tratamiento. Pero un problema imprevisto (habría sido una hemorragia cerebral) selló su existencia dejando estupefactos, sin habla y desesperados a quienes seguían la evolución de su estado, especialmente sus padres «Bocha» y Zulma, su hermana Florencia y demás familiares y amigos que estaban al tanto de su situación.
Docente, empleada del municipio, amante de la música y el baile. «Cata» Ferrante en su corta existencia deja la impronta de su espíritu solidario, su buen compañerismo, su alegría y romanticismo, su aplicación al trabajo y al estudio, todas cualidades que la harán inolvidable y omnipresente en el recuerdo de quienes la trataron, fueron sus amigos u ocasionalmente la conocieron.
Quien debió haber escrito un recordatorio y un homenaje a la querida «Cata», está destruido. Lazos de amistad, hermandad y un cariño infinito por la familia Ferrante hacen que sea uno más de los dolientes, que se encuentran paralizados por el dolor. Es que la conocía de toda la vida, y la quería como a una hija.
Tal vez en unos días, cuando su profunda pena le permita tomar la pluma, pueda plasmar en palabras ese sentimiento que ahora le ahoga el corazón.
EL PALACIO MUNICIPAL CERRÓ SUS PUERTAS
A fin de despedir los restos de María Silvana «Cata» Ferrante, cuyo sepelio tuvo lugar ayer martes, el Palacio Municipal cerró sus puertas de 9 a 10 hs. paralizando su actividad. Ferrante era empleada del área de Acción Social de la comuna.