Dicen, y la frase encierra alguna verdad, que Dios está en todas partes pero atiende en Capital. Quien la acuñó se refirió sin duda alguna a que las oficinas más importantes están en Buenos Aires, los negocios también, la salud premium, también la oferta cultural y tantos adelantos que a los pueblos pequeños aún no han llegado. Pero, por citar un ejemplo, que es tortura en Capital y que a los porteños les consume la vida, son los cortes de calles por piquetes y manifestaciones de protesta. Aquí, en cambio, y acaso también con un tinte religioso, cortan una calle, no para una protesta, sino para alguna fiesta, para realizar la representación del pesebre navideño, o como en el caso del 8 de diciembre, Día de la Virgen María, para hacer una misa. Así lo decidió el párroco de nuestra iglesia, Padre Joni, quien el jueves 8 cortó la calle de la parroquia para oficiar una misa. Desde las escalinatas del templo con varios centenares de fieles ubicados en la calle, dio la misa con su particular y celebrado estilo, prefiriendo esa forma de homenajear a la Virgen en lugar de hacer una procesión como se ha hecho otros años.
Lo relatado demuestra que en estos pueblos pequeños quienes aquí vivimos no padecemos la tortura de los piquetes, las protestas diarias, el estres de no poder llegar al trabajo o en el caso de los que protestan la angustia de vernos marginados, sea por las decisiones gubernamentales o por las injusticias sociales que se ven a diario. Aquí se cortan las calles para una Maratón Solidaria, para un espectáculo para niños o jóvenes en la plaza, y como en el caso aludido para una misa. Pasa que aquí también atiende Dios, pero para otros menesteres no menos importantes.
Celebraba el padre Joni en un momento de la misa, el hecho de que el edificio de la iglesia se viera completamente renovado, recién pintado, pero también dijo que si ese edificio está vacio no es nada más que un galpón, que adquiere su verdadera importancia y significado cuando se ve poblado de fieles. Palabras estas que encierran una indiscutible verdad, y que están muy enlazadas a la llegada del padre Joni a nuestra parroquia, logrando el acercamiento de centenares de fieles que habían dejado de concurrir a la misma.