Habla de venta ilegal de nichos, también de cajones usados, manipulación de cadáveres e irregularidades de todo tipo, dando nombres y apellidos.
En un medio periodístico local la ex-empleada municipal Carolina Cabalcagaray formula una gravísima denuncia de corrupción en el cementerio local, en el cual estuvo empleada hasta hace unos días en que fue dejada cesante. Según lo expuesto en dicho medio, Cabalcagaray habla de delitos e irregularidades de todo tipo cometidos por compañeros que se desempeñaban con ella en dicha repartición municipal, citando apropiación ilegal y venta de nichos, robo y venta de flores, también placas de bronce, construcción de nicheras en negro, y un sinfín de maniobras dolosas, citando como responsables de dichos ilícitos a sus propios compañeros, dos mujeres de apellido Oroño y Rivarola, otro de apellido Lucero y al administrador del cementerio Brum, a quien acusa incluso de vender cajones usados.
Todo indica que dicha denuncia dará lugar a un sumario administrativo y a una causa de tipo legal que seguramente se ventilará en los tribunales trenque-lauquenses a fin de deslindar responsabilidades e investigar si realmente lo denunciado por Carolina Cabalcagaray es real y las razones por la cuales estando en conocimiento de los graves hechos no hizo la denuncia en su momento, ya que manifiesta que hasta el día en que fue dejada cesante llevaba 9 años de antigüedad como empleada del municipio.
Carolina Cabalcagaray, la denunciante.