
Hubo ráfagas de hasta 100 km/h, que tiraron más de 150 árboles, derribaron paradores y dejaron zonas de Mar del Plata, Pinamar y Villa Gesell sin luz.
Un viento huracanado que luego dijeron se trataba de una tromba marina, azotó la costa bonaerense, especialmente las localidades de Pinamar, Villa Gesell y también Mar del Plata, derribando carpas, volando el techo de paradores y destrozando uno de ellos, golpeando con inusitada violencia. En Mar del Plata volteó casi 150 árboles -algunos aplastaron casas y coches-, derribó más de 50 postes del tendido eléctrico y semáforos, y anegó calles. En Pinamar y Gesell los miles de veraneantes pensaron en un sunami, encerrándose en sus hoteles, departamentos y casas, sin luz y sin posibilidad alguna de salir. Las trombas marinas que se producían sobre el agua alcanzaban más de 150 km. y los vientos en la playa y las ciudades superaban los 100 km.
PANICO DE FAMILIAS CASARENSES
Numerosas familias de casarenses que veraneaban en las ciudades mencionadas pasaron momentos de pánico e incertidumbre ante la preocupación de sus familiares en ésta que veían por televisión lo que ocurría y no podían comunicarse con ellos. Cuando cesó el viento quedaron sin luz varias horas, sin poder usar ascensores, temiendo algunos que sus autos y camionetas hayan sufrido la violencia del viento o quedado inundados.
COLABORACION
Un lector bis envía la siguiente nota a manera de colaboración:
Tempestad en la costa argentina
Varios turistas casarenses lo vivieron en vivo y en directo-
Como si con la baja del turismo en las costas argentinas no fuese poco ya este verano, ahora le sumamos un feroz temporal que tuvo lugar el pasado fin de semana con vientos de 100 km por hs que azotaron ciudades como Pinamar, Mar del Plata, y principalmente Villa Gesell.
Lo meterologos definen el fenómeno como tromba marina, en donde las corrientes del mar atraen los vientos haciéndolos bajar en forma de huracán.
Lo cierto es que cientos de personas lo pasaron mal, porque si bien esto comenzó en la madrugada del domingo, hay que decir que en el caso de Villa Gesell adonde se encontraban muchos casarenses, por ejemplo un contingente de una empresa de turismo local que había llevado hasta allí un bus repleto de personas a pasar cuatros días quienes lo vivieron en primera persona a esta ira de la naturaleza.
Una joven casarense con su madre y su pequeño hijito nos comentó que el domingo por la mañana los vientos eran feroces, “parecía que todo se iba a volar”, no había luz en toda la ciudad, y por supuesto no los dejaban mover del Hotel adonde se hospedaban.
Mucho miedo porque el mar había barrido con casi toda la playa y las olas eran imponentes!
A todo esto, incomunicados porque al no haber energía eléctrica, no se podían cargar los celulares y en varios sectores el servicio de telefonía fija también estaba interrumpido-
“Volaba todo como si fuesen juguetes”, sillas, camastros, reposeras, pedazos de techos, de todo se veía pasar por la ventana del Hotel que se encuentra a unas pocas cuadras de la playa-
Afortunadamente el Hotel en donde estaban los casa-renses no sufrió daños en sus techos porque a pocos metros de allí, a otro edificio le voló la mitad del mismo!
No se podía salir, y el lunes cuando mermó el temporal, Gesell parecía bombardeada.
Postes caidos, plantas derrumbadas por todas partes, un panorama desolador, y el 80 % sin luz!
La casarense que regresó ayer por la tarde, tuvo que caminar diez cuadras junto a su hijito para tomar un remis y llegar hasta el Bus de la empresa, porque las calles estaban en su mayoría cortadas
“No asustamos mucho” “Nunca vi una tormenta así” … «parecía que el cielo se iba a caer!
El contingente de turistas llegó ayer alrededor de las 18 a nuestra ciudad y por suerte todos bien, con esta experiencia fea para contar que abarcó un día completo-
La naturaleza está muy enojada…