Por lo general en esta sesión nos ocupamos de temas que hacen a la política, a la cultura, la educación, la seguridad y todos aquellos acontecimientos que merecen un comentario. Pueden ser positivos o negativos, pueden servir para prevenir, resaltar o también oficiar como un llamado de alerta, en fin, son sucesos de la vida cotidiana que ejercitan nuestra opinión.
Pero pocas veces hemos hablado de deportes y no porque no sea considerado un tema serio, que por cierto lo es, sea desde el punto de vista de la salud considerado como una actividad física positiva, desde la participación en equipo, de la competencia y un sin fin de aspectos positivos que lo hacen aconsejable.
En esta oportunidad queremos hablar de deporte. Aunque en realidad más que del deporte en sí nos queremos referir a los logros deportivos de un conocido vecino y joven empresario local, que desde su pasión por el fútbol intentó y con singular éxito, crear su propio club de fútbol al que llamó Agropecuario Argentino. Nos referimos a Bernardo Grobocopatel, quién con conocimiento, talento, tesón y coraje, logró en unos pocos años darle forma a una verdadera empresa deportiva en la que conjugó la formación de un equipo de fútbol que hoy está pretendiendo ingresar al Olimpo de ese popular deporte, con una obra que excede la faz deportiva. Nos referimos al espectacular estadio, al hotel que está en marcha y al proyecto que en la mente de B.B se agiganta cada día.
Nada es casual, como no son casuales los éxitos de Bernardo, ni la carrera ascendente de su equipo, que esperamos traccione con su crecimiento a Carlos Casares, que ya ha elegido como de su pertenencia a Agropecuario Argentino y llena el estadio de hinchas y simpatizantes en cada una de sus presentaciones con equipos de todo el país.
No vamos a negar que los escollos que tuvo Grobocopatel en los primeros tiempos no fueron pocos. Hubo resistencias, prejuicios, desinteligencias, pero poco a poco esas asperezas se fueron limando y hoy en día forman parte de un pasado cercano que ya es historia.
La actualidad nos dice que Carlos Casares tiene un equipo de fútbol que lo representa en todo el país, y que está en sus posibilidades el llegar aún más lejos, tan lejos como seguramente Bernardo Grobocopatel lo soñó, y está a punto de tocar el cielo con las manos.
Le cabe a los casarenses, sea cual fuere la filiación futbolistica local, el brindarle a A.A todo el apoyo y aliento del que es merecedor.