Decir que la ruta es una ruleta rusa, una especie de asesino agazapado que en cualquier momento puede ser escenario de una tragedia, no es exagerado. Su incesante tránsito, el mal estado de la cinta asfáltica, son los cómplices con los que cuenta para cerrar su círculo de muerte. Hoy, con infinito dolor debemos dar cuenta de un accidente ocurrido en la ruta 50, a unos 12 km. de Lincoln en un tramo peligroso que ya sabe de otros accidentes similares.
UNA JOVEN CASARENSE
Por esa ruta y aparentemente en dirección a Lincoln, circulaba un automóvil Chevrolet color blanco conducido por la conocidísima y joven vecina Anahí Alonso, de 35 años de edad, madre de dos nenas, una de la cuales va a la guardería y la otra al jardín de infantes. Ella estaba casada con un vecino de Martínez de Hoz, partido de Lincoln, Luis Bordone, contratista de la zona. De acuerdo a la información policial, que no era segura por cuanto estaban trabajando en el lugar del accidente, el automóvil chocó con dos camiones que circulaban de Lincoln hacia El Triunfo. Aparentemente chocó con uno y luego fue chocada por el otro. Ambos camiones circulaban separados por algunos metros. La parte delantera del automóvil del lado del conductor quedó virtualmente destrozada, aunque para ser más exactos «desaparecida». Anahí Alonso fue encontrada con vida y auxiliada rápidamente, falleciendo minutos después víctima de las gravísimas heridas recibidas. No pudimos obtener más detalles dado que los peritos estaban trabajando en el lugar. Se hacían conjeturas respecto a la trayectoria del automóvil pero ninguna con un sustento serio. La versión de los camioneros era obviamente la que puede decir alguien que es protagonista de un accidente. Serán la pericias las que reflejen las causales del mismo.
TRABAJABA EN EL ESTUDIO DE SU PADRE
Anahí Alonso se desempeñaba en el estudio impositivo de su padre Raúl Alonso que comparte con la Contadora Rocío Iraldi. Se desconoce las razones por las cuales se encontraba en la zona de Lincoln, aunque siendo su esposo vecino del lugar no es extraño. Se hablaba de que iba al banco, razón por la cual el accidente se estima ocurrió alrededor de las 14 hs. A las 15,45 llamaron desde la comisaría de Lincoln al estudio de Alonso para avisar del accidente. Alonso sólo supo en ese momento que su hija estaba hospitalizada, recién se enteraron con su esposa del fallecimiento al llegar a Lincoln.
UN DOLOR INCONMESURABLE
Medir la dimensión de la tragedia es imposible, una madre de dos niñas muy pequeñas, única hija, en pleno proceso de crecimiento profesional y en armonía familiar. Precisamente estaban preparando la mudanza para un nuevo domicilio. Ella al salir de viaje le había avisado a una colaboradora suya en las tareas del hogar, que -por hoy- esté preparada para la mudanza. Hoy en cambio ya no está, o mejor dicho deja un dolor inconmensurable y una presencia eterna, pero físicamente ha desaparecido. La triste noticia golpea también a El Oeste que de toda una vida, muchas décadas, ha mantenido y mantiene con Raúl Alonso una relación diaria, por ser su estudio (antes lo fue López Acosta cuando Alonso era su empleado) el que nos lleva la parte impositiva y previsional. Es, sin duda alguna, un amigo de esta casa, acompañarlo en su dolor no es una frase, es una realidad. Como también a su esposa Olguita, que conocida por el diminutivo de su nombre, habla del cariño que despierta entre quienes la tratan y la conocen por su simpatía y excelentes cualidades. Sólo nos queda rezar para que a esa luz que fue Anahí se le abran las puertas del cielo.