Walter Torchio y «Peli» Foglia desde su potencial político se encarnan en sus alter ego que encabezan las listas y asumen la responsabilidad de la campaña en estas elecciones de medio término, en las que con la irrupción del kirchnerismo puro y la sumatoria de Massa crea un escenario incierto y apasionante para el observador.
Ellos no están, pero están, sobre sus hombros se han cargado la campaña electoral de medio término, encarnando a sus alter ego que encabezan sus respectivas listas.
«Peli» Foglia nombrado, quiérase o no, el representante directo de María Eugenia Vidal y por lo tanto capitoste de Cambiemos en Carlos Casares, dejando de lado los antiguos liderazgos del Pro, para conformar una lista encabezada por un hombre joven desconocido políticamente al que ni siquiera necesita instalar porque lo consideran su otro yo.
Walter Torchio plebiscitando su gobierno desde una lista conformada por sus propios colaboradores, y encabezada por un concejal fiel a su causa que es piel y camisa con él, deberá lograr que el voto partidario que lo llevó a la intendencia y el independiente que le es adicto, sigan aompañándolo.
Ambos afrontan en estas PASO un desafío que contará en la línea de partida con otros protagonistas, los que intentarán infiltrarse en el HCD , ya sea desde el kirchnerismo puro (Ada García y Sergio Carciofi) o desde el peronismo renovador (Maxi Caprioli) con el ingrediente extraño de la mujer de los ojos entornados que maniobró su trayectoria en un abanico radical y cuasi radical, para sumarse curiosamente (sin contaminarse) al peronismo renegado de Sergio Massa.
Predecir con exactitud los resultados de esta porfía electoral es más tarea de un vidente que de un analista político. Aunque decía un libre pensador riojano que supo tener largas patillas, que el pueblo no come vidrio, sabe donde, como, cuando y a quien.
Habrá que hacer el análisis con el diario del lunes.