En nuestra anterior edición nos hicimos eco de un presunto abuso sexual a una niña de 3 años que habría sido detectado en la Guardería del C.I.C. cuando una de las empleadas de la misma procedió a cambiarla, observando que sangraba levemente en sus genitales. Avisada su madre ante la posibilidad de que la niña tuviera una lesión, ésta constató la existencia del problema y tras realizarle a la niña algunas preguntas tomó la determinación de hacer la denuncia penal ante la Comisaría de la Mujer. De inmediato se realizaron las diligencias pertinentes, siendo la niña revisada por una médica pediátrica, la que -según hemos podido averiguar- no habría encontrado lesiones marcadas que permitan corroborar fehacientemente el abuso. Es de destacar que al realizarse la revisación, el médico sólo describe la anatomía de lo que ve.Constató una pequeña laceración que puede ser atribuible también a diversas razones. La sospecha del abuso tendría que ver con algunas manifestaciones de la niña que involucrarían a un miembro de la familia no consanguíneo.
Es por lo tanto tarea de la justicia el investigar, tal vez sometiendo a la niña a una cámara Gessel, que es un sistema especial de interrogación para dilucidar con mayor precisión los hechos que se presumen.