Decenas de comisarios han pasado por la jefatura policial local, pero pocos han dejado la impronta de honestidad, profesionalidad y don de gente como el comisario Manuel Fernández, hijo de este pueblo, que llegara a ocupar la jefatura distrital local. Luego de una enfermedad de esas que no perdonan lo puso a prueba obligándolo a hacer un alto en sus funciones policiales, pero sin renunciar jamás a la vida, sometiéndolo a una dura prueba, que gracias a la ayuda de la medicina y seguramente de Dios, ha llegado a remontar y hoy vuelve a la actividad con renovados bríos. Hablando con Fernández, éste nos decía que retomará sus actividades prestando servicios en la Departamental local, solicitándonos que expresemos su agradecimiento a todos aquellos que se preocuparon por su estado y le dieron fuerza para seguir luchando.
Su esposa la comisario (R) Miriam Barrenechea que lo acompañó en la dura batalla que libró «Manolo» Fernández, anunció por Facebook la buena nueva con una emotiva frase: «Después de casi un año sin poder trabajar, se puso el uniforme y salió a la vida. Te admiro Manu».