Mucho es lo que se ha dicho, mucho lo que seguramente puede decirse, es loable el esfuerzo y el reclamo de los pacientes como también de aquellos que se les sumaron, pero las obras se hacen o no se hacen, haya reclamos, pedidos o exigencias. Está en el gobernante entender su importancia, comprender su magnitud y afrontarla, porque con palabras nada se logra, sin recursos es imposible, y menos aún sin la convicción personal del gobernante de su necesidad.
El Centro de Nefrología de Carlos Casares que hoy es una realidad fue parte de un proyecto, y como tal para lograrlo hace falta cumplimentar una serie de factores que exceden al deseo del propio gobierno, la exigencia de los pacientes o los fallos de la justicia. Hace falta inversión en tecnología, una obra civil acorde, equipamiento, la cumplemen-tación de una serie de trámites y exigencias para su habilitación y un sin fin de detalles que no se concretan en un abrir y cerrar de ojos, hace falta tiempo, aunque para los pacientes el tiempo es vida, y eso nadie puede discutirlo. Esa sola circunstancia debió haber movido a los gobiernos nacional y provincial para proveer los fondos necesarios y eliminar trabas y demoras, pero la burocracia no tiene corazón. ¿O alguien piensa lo contrario?.
La pesadilla ha terminado, gracias al tesón y al cumplimiento de un compromiso con la comunidad, el servicio de la salud casarense cuenta con un Centro de Nefrología y Diálisis modelo en su género, que seguramente prestará un servicio regional y de eso debemos estar orgullosos los casarenses.
Más de 15 pacientes de nuestra localidad podrán dializarse, dando fin a una pesadilla que los sometía a viajes, demoras, angustias, gastos, en fin, a una suma de inconvenientes que ahora se verán allanados. Y contarán además con un servicio gratuito, que es como debe ser cuando se entiende que la inclusión y la igualdad deben tener como punto de partida la atención de la salud.
Celebramos la inauguración del Centro de Nefrología, no como la concreción de un gobierno, sino como un salto a la calidad en la salud de la comunidad de Carlos Casares.
Darle a la obra un contenido político sería absurdo, muchos han sido los factores que han contribuido a su realización, pero sí en cambio debemos reconocer que el gobernante de turno, ha honrado su compromiso, ha honrado la vida.