SI LA POLICIA VA PRESA, ¿QUE QUEDA PARA LOS LADRONES?
AYER LA DROGA, HOY LA COIMA: Un mal mundial que forma parte de nuestra cultura
En un año la policía local ha recibido dos tremendos sacudones que a la comunidad no le pasan desapercibidos. En mayo de 2017, tras un espectacular procedimiento por drogas, fueron detenidos varios pasadores, incluso uno de ellos con dos kilos de cocaína, «cayendo en la volteada» como se dice, el Jefe Distrital de la policía y el Jefe de Calle de la comisaría por los delitos de encubrimiento y cohecho. Un año después, hace de esto unos pocos días el Jefe Distrital local relevó al Jefe de la Comisaría sospechado del delito de cohecho en perjuicio de una remisera o remisero local. Realmente es un tema preocupante.
Se habla de soborno cuando los involucrados son grandes empresas, países, funcionarios y personeros, le dicen coima cuando se viraliza en los menesteres diarios que pueden ir desde el intento de zafar de una multa, encubrir responsabilidades, vender un favor, etc. En Casares hay coimas y coimeros, obviamente no podría existir uno sin el otro. Y el caso reciente nos pone en tema, dejando demostrado que cual una epidemia gripal se expande y abarca todos los sectores de nuestra comunidad. Esta vez al parecer le tocó a los remiseros, aunque vecinos de otras actividades estarían haciendo coraje para denunciar que son o han sido coimeados. En este caso como en muchos otros la señalada es la policía, pero generalizar sería injusto, esta vez el denunciado fue un policía de rango, mandamás de la seccional local que habría incurrido en un pedido de coima para «dejar pasar» cierta irregularidades que son moneda corriente en el gremio de los remiseros, tal el caso de falta de seguro, elementos de seguridad, habilitaciones vencidas y faltantes de esto y aquello que se exige para estar «en regla».
Si hay un coimero, hay quien la ofrece o la da.
Si alguien la da o la ofrece es porque tiene algo mal.
Pero a no exculpar a la policía porque no tiene excusa ninguna, ya que es precisamente la policía la que tiene el deber y la responsabilidad de combatir el delito, y el cohecho, soborno, o coima es uno de ellos. Si la denuncia realizada desde el Foro de Seguridad se sustenta con elementos válidos, ese policía acusado de coimear a un remise, debe ser juzgado y separado de su cargo. No olvidemos que era el Jefe de la Comisaría. ¡Menudo ejemplo para sus subordinados!. En caso contrario deberá repararse el daño.
La premura con la cual dicho funcionario fue relevado de su cargo en el orden local por el Jefe Distrital, demuestra que al menos en el caso que nos ocupa no hay connivencia alguna. «La familia» no existiría, el «robo para la corona» tampoco, si el acusado es venal trabajaba sólo, a menos que alguno de los «coimeados» tenga algo para aportar, por lo tanto deben ser interrogados, que suponemos lo harán.
Mirando el panorama internacional, a las grandes empresas constructoras cuyos directivos arrepentidos detallan a quién, cómo, dónde han repartido millones de dólares en sobornos, dejan sentado que la coima es un mal mundial que ya forma parte de nuestra cultura. La cultura que vamos a dejarle a nuestros hijos.
Y en el caso de Casares en lo que concierne a la policía, no deja de ser alarmante que en un año haya ido preso un Jefe Distrital por su complicidad en el tema drogas, y un Jefe de Comisaría acusado de coimero. Ante estos hechos el ciudadano común ya no sabe en quien confiar. Será un mal de la época como muchos se encargan de afirmar, pero de ninguna manera podemos acostumbrarnos,
De aquel juego infantil «policias y ladrones», en el que los buenos perseguían a los malos, poco queda ya, habría que barajar y dar de nuevo, pero ¿hay alguien capaz de hacerlo?.