auge de los asaltos, los ataques a mujeres con intento de abuso sexual y la variedad de actitudes violentas a las que se ven sometidas especialmente las mujerEl es, han motivado la proliferación de distintos tipos de dispositivos de defensa personal, sean gases pimienta, otros paralizantes, bastones de acero, elementos que lanzan potentes descargas eléctricas, etc. los cuales inmovilizan, paralizan, producen ceguera temporal, semiasfixia, y distintas consecuencias físicas que no permiten al atacante consumar el hecho y posibilitan su detención.
Lo sucedido días pasados en una bailable local al accionar una mujer un pepper spray (aerosol de gas pimienta) contra una persona que presuntamente la acosaba, es una muestra de que también en nuestra ciudad dichos elementos son usados por algunas mujeres ante situaciones traumáticas por las que están pasando.
El efecto que causara el uso de dicho gas en la bailable en cuestión, la que se encontraba repleta de gente, fue ciertamente serio, por no decir de gravedad, ya que provocó pánico, una estampida que afortunadamente halló las puertas de seguridad abiertas para salir al exterior, y consecuencias a algunos de los parroquianos, que experimentaron ardor en los ojos y la garganta, asfixia y como decíamos pánico, generando distintos tipos de acciones. Hubo algún caso preocupante en personas con problemas alérgicas, una de las cuales perdió incluso el sentido y padeció un dramático episodio de asfixia que quiso la suerte pudiera ser revertido gracias a la acción oportuna y efectiva de un bombero y una enfermera.
Nos decía uno de los dueños de dicha bailable que cotidianamente toman la precaución de revisar a los hombres y mujeres que ingresan, a los efectos de detectar si portan algún tipo de armas u objeto sospechoso compatible con la defensa personal. También a las mujeres se les revisa la cartera, pero darse el caso de que una mujer porte un aerosol como el usado en el episodio de referencia, y lo oculte entre sus ropas sin que sea detectado.
Es recomendable por lo tanto que la revisación sea más exhaustiva, y que en el caso de que se detecte alguno de esos elementos de defensa personal en poder de una persona, a pesar de que son de venta libre, no debe permitírsele la entrada al local, a menos que quede en boletería o donde se le indique el elemento mencionado.
Está claro que su uso en una persona a manera de defensa no es mortal, salvo alguna circunstancia muy especial, pero las consecuencias de una avalancha o conglomeración excesiva en las puertas de emergencia, sí puede serlo. Se han registrado en el país numerosos casos de principios de incendio en bailables que culminaron con muertos y heridos, sea aplastados o asfixiados en los amontonamientos fruto del pánico al intentar ponerse a salvo.
El tomar todas las precauciones necesarias para evitar este tipo de sucesos, puede salvar vidas.