La libertad de votar sin disciplina ni mandatos partidarios
El Concejo Deliberante local tiene ya desde la incisión del concejal Jorge Zabala de Cambiemos, una nueva composición de fuerzas, a la que se agregó meses pasados el apartamiento del concejal Memo Gemelli del oficialismo local. Ambos formaron bloques uni-personales, Zabala llama a su bloque «Sumando para Casares» y Gemelli .»Sentido Común y Renovación para Carlos Casares» Los dos por lo tanto han dejado de lado la disciplina partidaria y los mandatos que pudieran comprometer sus decisiones, el primero de Cambiemos y el segundo del PJ. Pero eso no quiere decir que deban votar «solos», lo que les implicaría una serie de busca de consensos, que puede o no darse. Simplemente se limitan a estudiar cada uno de los proyectos presentados por los bloques mayoritarios y decidir en consecuencia.
Esa libertad suele convertirlos aún a pesar de su voluntad, en árbitros decisivos a la hora del tratamiento de los respectivos proyectos presentados por Cambiemos o el PJ. Una prueba de ello es lo que sucedió en la elección de las autoridades del Cuerpo, siendo decisivo el comportamiento del concejal Zabala que al no concurrir a la Sesión en la que se debían elegir las autoridades del HCD posibilitó que ejerza la presidencia un concejal representante del partido que fue vencido en las elecciones de 2017. Demoledor.
Gemelli no ha provocado con su cisma un hecho tan conmocionante, pero es evidente que actúa con libertad de criterios, y al contrario de Zabala, guardando el diálogo con ambos bloques dominantes.
Es evidente e insoslayable que el juego de la política en el HCD ha cambiado, los actores pertenecen a cuatro bloques distintos y por lo tanto el juego de las mayorías ha perdido potencia y depende de la actitud de los aparentemente más débiles, pero que en momento de puja de los más fuertes tienen poder vital de decisión. No es malo, mal que le pese a muchos, por el contrario nivela fuerzas, puede impedir caprichos o desatinos políticos, frena ímpetus totalitarios y obliga a la prolijidad y al consenso.