A la medianoche del martes 28 de febrero en el interior de su auto, el joven policía casarense que prestaba servicios en Pehuajó, Silvio Bringiotti, terminó sus días suicidándose de un balazo en la sien con su arma reglamentaria. Tenía 28 años, hacía alrededor de 10 años que no vivía en Casares, era soltero e hijo de los conocidos vecinos de ésta, Oscar Bringiotti, también policía, y Marcela Ávila.
Se desconoce con exactitud las razones que lo llevaron a tomar tan trágica determinación, dado que no dejó carta de explicación alguna, ni tampoco lo habló con ningún allegado. En el ámbito policial era muy considerado, al igual que entre sus múltiples amigos y conocidos, los que se hicieron presentes en los actos de su sepelio y porterior inhumación de sus restos.