LA ODISEA DE TEJER Y DESTEJER, PROMETER Y MENTIR, DEFENDER LO INDEFENDIBLE.
La Odisea es un poema griego escrito por el inmortal Homero, en el cual Penélope símbolo de la fidelidad conyugal es la esposa del Rey de Itaca, Odiseo, que habiendo partido hacia la Guerra de Troya tarda veinte años en volver, y su amada esposa Penélope lo supo esperar urdiendo una y mil tretas para evitar el asedio de sus pretendientes. Se decía o mejor dicho lo decía el poema que Penélope iba a elegir un reemplazante de Odiseo cuando terminara de tejer un Sudario para el Rey con el cual estaba trabajando. Y para no serle infiel a Odiseo Penélope tejía de día y destejía de noche para no terminar nunca el Sudario a la espera del regreso de Odiseo.
La Odisea de estos tiempos nada tiene que ver con Penélope sino con los actuales personajes de la política, y de los mensajeros del rencor y la maldad, que construyen y destruyen no por fidelidad ni amor, sino por celos, venganza, mezquinos intereses, sin importarles un pueblo que sufre, desespera y espera que alguna vez dejen de destruir ilusiones y esperanzas para construir un país que mire hacia el futuro.
Tejen promesas, engañan incautos, sumergen al pueblo en la desesperanza y con sadismo y sin arrepentimiento, destejen con mentiras, embaucan y lastiman a quienes han depositado su confianza en ellos. Ya se pasa de grieta, los polos son tan opuestos que así no hay retorno. No importa a quién ni como se daña, simplemente hay que destruirlo y si es posible de la peor manera.
Y mientras tanto, expuestos a toda esa mugre están los que nada pueden hacer, los que son víctimas de la codicia y del engaño, los que menos tienen, los que menos pueden, EL PUEBLO.
Tejer y destejer, prometer y mentir, defender lo indefendible, en ese caldo nos estamos cocinando como país. Esa es nuestra Odisea actual, pero sin el regreso de Odiseo que puso las cosas en su lugar, como se ponían en aquellos tiempos. Penélope finalmente fue feliz, ¿lo seremos nosotros algún día?